Durante muchos años, el cobre fue “el sueldo de Chile”. Pero era manejado, casi en su totalidad, por empresas norteamericanas que tomaban sus decisiones en Nueva York. Y el precio de venta se fijaba en Estados Unidos, a un valor inferior al de mercado…

Durante decenios, tanto desde la izquierda como desde el centro político de Chile hubo diversas voces que llamaban a cambiar esta situación. Las riquezas naturales del país debían servir para superar los graves problemas de pobreza, desnutrición, mortalidad infantil, etc., que tenía el país.

El libro Chuquicamata 1970-1973. La nacionalización del cobre, de Pascale Bonnefoy Miralles, es un riguroso y documentado texto sobre este largo proceso que desembocó en la nacionalización. Luego vino el golpe de Estado. (Para llegar a hoy, nuevamente con la mayor parte del cobre en manos privadas y extranjeras).

Historia

Las voces para que los beneficios de la principal riqueza natural del país sirvieran a superar sus problemas locales surgieron en la primera mitad del siglo XX. Tuvieron que pasar muchos años para que, durante el gobierno de Eduardo Frei Montalba, se produjera la “chilenización del cobre”. Una medida donde el Estado buscaba tener incidencia en la industria minera del cobre, como acceder a la información básica, y tener algún grado sobre la producción y la comercialización del mineral.

Sin embargo, como los avances fueron muy limitados, durante el gobierno de Salvador Allende se realiza la nacionalización del cobre, pasando los grandes yacimientos a manos del Estado.

Antes y durante este proceso, las pugnas políticas e ideológicas fueron profundas. Éstas incluyeron mentiras, manipulaciones, entorpecimientos, sabotajes y atentados, sumado a un choque entre culturas y valores muy profundos arraigados en los mineros como en los grupos políticos.

Lo anterior fue fundamental en la derrota del Gobierno de la Unidad Popular.

Chuquicamata 1970-1973

El libro de Pascale Bonnefoy Miralles (Rodrigo Rojas De Negri. Hijo del exilio; Cazar al Cazador. Detectives tras criminales de lesa humanidad; Terrorismo de Estadio: Prisioneros de Guerra en un Campo de Deportes) es un riguroso y documentado libro que hace el largo recorrido que tuvo la historia de la minería del cobre desde inicios del s XX hasta meses después del Golpe de Estado. Cuando este largo capítulo de nuestra historia se cierra con un baño de sangre.

El énfasis del libro está desde la “chilenización” del cobre (25 de enero de 1966) hasta la imposición de la dictadura, pasando por la “nacionalización” (11 de julio de 1971).

Con refernecias a gran cantidad de documentos, prensa de la época, libros sobre el tema como a través de entrevistas a varios de sus protagonistas, Pascale Bonnefoy reconstruye la historia, los ambientes, sensaciones, sentimientos y choques políticos y culturales de la época.

Chuquicamata 1970-1973. La nacionalización del cobre es un libro que, teniendo una mirada, busca entregar un panorama amplio, complejo, donde los hechos son centrales.

Pascale Bonnefoy no solo recoge diversos aspectos de este complejo proceso, en momentos de gran confrontación política. Una confrontación marcada por la Guerra Fría, la polarización y la sobre ideologización. También plantean las pugnas culturales de los distintos grupos, donde las militancias políticas, incluso en esos contextos, muchas veces pasaron a segundo plano.

En este sentido, el libro es una ventana para ver y meditar sobre las distintas “culturas” coexistentes y en pugna. Un aspecto que muchas veces -entonces como hoy- no es tomado en cuenta o no se le toma el peso como corresponde.

Mentiras, cinismo, sabotajes, individualismo y bien común

El libro, como en tantos otros, deja en claro la influencia de Estados Unidos y de El Mercurio en los asuntos internos del país. Destacan las mentiras y manipulaciones de este último que, en el libro, resultan groseras, burdas, casi criminales. Inexplicable que, en democracia, se haya recurrido y se haya tolerado esos niveles de manipulación y de mentiras (que, probablemente, no fueron exclusividad de ese medio).

Por otro lado, el libro devela un mito y el gran cinismo con que, a veces, funciona la política local. Hemos escuchado y leído, decenas o cientos de veces, que la nacionalización del cobre se aprobó por la unanimidad en el Congreso. Sin embargo, en Chuquicamata 1970-1973, se deja constancia que hubo 42 parlamentarios, todos de derecha, que no llegaron a votar. Fue la unanimidad de los presentes…

“El voto fue unánime, pero no de los 200 parlamentarios. No asistieron a la sesión 42 de ellos, todos de derecha.” (p 149)

El libro da cuenta de sabotajes y posibles atentados. Una larga lista que, a costa de impedir la implementación de las políticas sociales del gobierno, ponía en jaque la principal fuente de ingresos del Estado y la continuidad del gobierno.

Un punto, a mi juicio, central del libro tiene relación con la pugna entre mejorar las condiciones de trabajo de los mineros y sus familias asociado a la “Batalla de la Producción” (para sostener esas mejoras y las políticas sociales), confrontados a un marcado individualismo de los mineros. Una fuerte confrontación -en parte exacerbada con fines políticos- entre individualismo y bien común que no permitió compatibilizarlos.

Ideas de futuro

Chuquicamata 1970-1973 va esbozando ideas, sueños, iniciativas innovadoras para la época. Pocas perduraron.

“El medio litro de leche y la nacionalización del cobre son las únicas políticas centrales de Allende que sobrevivieron su gobierno. Todo lo demás fue revertido o eliminado.” (p 229)

Un aspecto que parece central, lógico y novedoso para la época, era relacionar bonos y beneficios -más allá de las condiciones y regalías básicas dadas las duras condiciones de trabajo- a la productividad. A los resultados en la “Batalla de la Producción”.

El libro da muchos ejemplos, como los grandes esfuerzos por incorporar la participación de los mineros en la gestión y las decisiones. Algo que chocó con las culturas locales, muy arraigadas en los trabajadores.

“Abel era genial -dice Kasten-. Tenía la teoría de que cuando los hombres se iban a estudiar, se iban de obreros y regresaban de profesionales, pero las mujeres que se quedaban seguían siendo esposas de obreros. Había que educarlas simultáneamente para que enfrentaran su nuevo papel.” (p 241-242)

Muchas de esas ideas e inquietudes, recogidas en el libro, siguen siendo válidas o estando pendientes hoy, más de cincuenta años después.

Críticas

Toda obra tiene limitaciones. En el caso de Chuquicamata 1970-1973, un libro de 466 páginas, considero que falta contexto como vincular datos de la época con nuestro presente. Por ejemplo, se mencionan muchas cifras de valores, en general en dólares, pero ellas no son equivalentes a la actualidad. O no hay una relación sobre lo que ganaban los mineros en relación al resto de los trabajadores del país.

El país y el mundo han cambiado, en estos más de 50 años, de manera acelerada y, para muchas personas, es muy difícil contextualizar.

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Chuquicamata 1970-1973. La nacionalización del cobre de Pascale Bonnefoy es un gran libro. Tanto por la historia y hechos que recoge como por las pugnas políticas, de valores y culturales que expone. Un libro para reflexionar sobre nuestra historia y nuestro presente. Un mirar informado del pasado para pensar y soñar el futuro.

Portada de Chuquicamata 1970-1973
Penguin Random House Grupo Editorial

Chuquicamata 1970-1973. La nacionalización del cobre

Pascale Bonnefoy Miralles
Debate
Penguin Random House Grupo Editorial
Julio de 2024