Rodrigo Gonzales dejó Chile en los años 90 y, junto a sus padres, se mudó para Israel con el objetivo de construir una vida más próspera. En el país del Medio Oriente se graduó en comunicaciones, trabajó en varios sectores del área y, años más tarde, creó una productora audiovisual para hispanohablantes. Veo Israel comenzó a funcionar el 7 de octubre de 2023 y, desde el inicio, ha informado en español lo que sucede en Israel. En la última semana, Gonzales estuvo en Santiago y conversó con BBCL Investiga sobre su trabajo, el documental que están produciendo y aún criticó la actitud de aquellos que alimentan el antisemitismo con sus discursos.
“La primera y única productora audiovisual de habla hispana que opera directamente desde Israel para todo el mundo hispanohablante”. Este es el mensaje que el usuario encuentra al ingresar a la página web de Veo Israel. Por detrás de su creación está Rodrigo Gonzales, un periodista de alma chilena que creció en Quilpué y Santiago y, en la década de 90, se mudó junto a su familia para el Medio Oriente.
Puesta en marcha el día 7 de octubre de 2023, una fecha sensible para muchos israelíes, la productora tiene como objetivo proteger y preservar la imagen y la historia del pueblo judío y de Israel. Cabe recordar que en este día, militantes del grupo terrorista Hamás asesinaron y secuestraron a israelíes. Luego, el Estado de Israel, por su vez, respondió militarmente atacando a la Franja de Gaza y este conflicto sigue hasta los días de hoy.
“Tratamos realmente de no meternos al conflicto y tener una conversación sobre odio, hablar mal del otro”, destacó Gonzales a BBCL Investiga. El chileno israelí, quien estuvo en Santiago en la última semana, recalcó que el foco y el diferencial de Veo Israel es el relato de cómo latinoamericanos que viven en Israel han sido afectados después del 7 de octubre. Una voz alternativa a lo publicado por los grandes medios de comunicación y las agencias de noticia.
El comunicador también comentó sobre antisemitismo y criticó a líderes que alimentan el odio en sus declaraciones, lo que según él ha sucedido en Chile actualmente.
“Tenemos que tratar y luchar para contar nuestra historia”
— ¿Por qué te mudaste para Israel?
La situación económica en Chile era muy dura en los años 90. Mis papás cambiaban de trabajo, siempre buscaban cosas. Mi mamá era profesora de tenis y también cocinaba. Además, la comunidad judía no era tan organizada como hoy. En un determinado momento, ellos recibieron una oportunidad de hacer la “aliyah”, que es el proceso en el cual los judíos regresan a Israel, y ellos decidieron hacerlo por un mejor futuro para nosotros. Así que llegamos a Israel para empezar una vida nueva. En los primeros años, el gobierno te ayuda también en algunas cosas, como entrar para la comunidad, tener un lugar para vivir, además de aprender hebreo. Cuando llegamos, fuimos a vivir en el kibutz Yad Mordechai.
Chile, para mí, es como un cuento de amor que no llegó al máximo, ¿entiendes? Siempre he estado mirando a Chile, siempre he estado con Chile. Cuando la selección juega, soy el primero que pone la camiseta. Cuando veo a un actor como Pedro Pascal, me siento el más orgulloso del mundo.
— ¿Cómo surgió Veo Israel?
Veo Israel es un proyecto mío, es una parte de mi agencia. Nació el 7 de octubre y surgió para explicar a los latinos lo que está sucediendo en Israel. Somos millones y era una necesidad.
Hace algunos años, cuando llevé lo que pasó conmigo después de la segunda Guerra de Líbano (2006), para la tele y para el cine, vi como eso afectó a muchas personas. En esa época, cuando estaba en el conflicto, no se hablaba de Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) entre soldados. Mi historia tuvo un alcance tremendo. Actualmente, he visto algo muy similar con Veo Israel en terminos de alcance. Llegamos a millones de personas. Estuve recientemente en Argentina y el impacto es impresionante. Ahí se ve como el pueblo hispanohablante necesitaba escuchar lo que estaba pasando en Israel. Y en español.
Bueno, empecé a buscar historias personales de chilenos, argentinos, colombianos, mexicanos, españoles. A dedicarme a eso y, claro, tratar también de traer una voz alternativa a los grandes medios. No se puede escuchar solamente un lado, hay que entender como el otro lado es afectado.
— ¿Cuántas personas trabajan contigo?
Somos seis personas que trabajan todo el tiempo. Conmigo siete. Además, tenemos más de 500 voluntarios que están en varios países. Tenemos una red increíble de influencers en los países más importantes del mundo hispanohablante, como España, México, Argentina. En Venezuela, nuestro público es muy grande y tenemos conexiones con canales que nos ayudan a difundir las informaciones. También tenemos canales en Argentina, México y España.
— ¿Cuál es la diferencia del trabajo de Veo Israel con las agencias de noticias internacionales y los medios israelíes?
En Veo Israel, soy el editor principal y puedo dedicarme a tocar profundamente en la historia de cada persona y no tocar en temas políticos. En los medios, ellos llegan con una agenda, con una historia, con un punto de vista. Es complicado.
Nosotros tenemos que tratar y luchar para contar nuestra historia. Lamentablemente, y en este lugar creo que también puedo criticar un poquito a mi pueblo, no nos dedicamos de manera suficiente con el mundo que habla español y ya tenemos algunos problemas. Mucha gente tiene una imagen no correcta sobre los jóvenes, la nueva generación de Israel, por ejemplo. Lo que hacemos en Veo Israel es un trabajo desde el cero para empezar a cambiar lo que piensan estas personas. Es muy difícil, pero yo estoy aquí y no voy a parar.
— Cuándo se trabaja con temas que tienen relación con guerras y conflictos, existe el riesgo de decaer en el sensacionalismo. ¿Cómo ustedes lo han evitado?
Primero que nada, nosotros no filmamos a nadie que no quiera, que no entienda 50 mil veces cuál es el objetivo de aquella grabación. Entrevistamos a cada uno en su tiempo, en su lugar, donde se siente cómodo. Cuando solicito a un chico que filme algo, no le digo ‘pregúntale eso, así’. Abrimos la cámara y decimos al entrevistado ‘cuéntanos qué pasó, cómo te sientes’. Tratamos realmente de no meternos al conflicto y tener una conversación sobre odio, hablar mal del otro. Al momento que escuchas la historia de alguien y ves como esta persona fue afectada por una organización terrorista con estos actos, todo se entiende solo. No necesito ponerle drama a estas cosas.
— ¿Has encontrado dificultad de promocionar tu trabajo en Chile, puesto que el país tiene la mayor comunidad palestina fuera de Palestina?
Sí. Ha sido muy difícil. Creo que… eso es lo que a mí más me duele. Te lo juro que es lo que más me duele. Tenemos muchos líderes y opinión pública que a veces alimenta el odio en declaraciones y no ven la responsabilidad de eso. Cuando plantean este odio, hay gente que se pone muy agresiva y las redes sociales son un lugar muy fácil para mostrar esa agresividad. Recibo de comunidades acá en Chile mensajes como ‘tú eres jabón, una pena que Hitler no terminó el trabajo’. Cosas que son… No entiendo por qué tenemos que llevar el discurso y este tema a ese lugar.
Como se terminó la empatía y la humanidad de muchos líderes y de muchos medios de comunicación, eso ha llevado a muchos jóvenes y a mucha gente a ser demasiado agresiva. Ha llevado esta situación a un punto en que ningún lado está dispuesto a escuchar el otro.
— ¿Crees que Chile es un país antisemita?
No vivo en Chile, entonces no puedo decir. Pero, creo que sí, tenemos un problema. Los líderes y los medios chilenos tienen que parar el discurso antisemita, contra los judíos. No nos olvidemos que son personas formadas por carne y sangre como tú y yo. No puede ser que yo, que estoy en Israel y escribo algo sobre Chile, reciba un mensaje como el que comenté. Eso tiene que preocupar a todos los líderes acá. Estamos en una democracia, Chile se ve muy bien, pero en ese tema hay que cambiar ahora porque es peligroso y nadie quiere que lleguemos a una situación terrible.
El 7 de octubre en Israel documentado
— Uno de los trabajos de Veo Israel es el documental “7 de octubre: las voces de la memoria”. ¿Cómo surgió la idea de producirlo?
Desde que empezamos con la productora, me sorprendió la cantidad de latinos que hay en Israel. En medio año, me encontré y entrevisté a muchos afectados por el 7 de octubre y de diferentes partes. Cuando empecé a publicar ese material y todo el mundo lo empezó a ver, una organización de México y algunas otras personas talentosas me dijeron ‘armemos un documental por primera vez en español que cuente lo que pasó el 7 de octubre’. Y dije ‘uou, buenísimo’.
— ¿Y cómo fue el proceso de producción?
Nos metimos en eso, hicimos más entrevistas, aprovechamos lo que ya teníamos. Elegimos las mejores historias y tuvimos muchos, muchos conflictos cuando empezamos a armar el documental. Porque parte de lo que teníamos eran grabaciones en las cuales los terroristas de Hamás filmaban a ellos mismos cometiendo barbaries contra los israelíes. Pensábamos ¿mostrar lo que ellos hicieron o no? Preferimos concentrarnos en los testigos de las personas. La idea es ofrecer al público la opción de ver qué le pasó a ese abuelo, papá, hija, hermano…
— Entre tantas entrevistas, ¿cuál fue la que te conmovió más?
Hay dos que me tocaron mucho. Historias de chilenos que me rompieron el corazón. Una es la de Danny Garcovich. Él fue bombero, una persona muy activista, muy dedicada a la comunidad. Lamentablemente, quemaron a su hija y al esposo de ella vivos y él, como bombero, no pudo ayudar y tampoco salvar a su hija.
La otra historia es la de Lalo Berdivchevsky. Lalo me contó detalles de cómo los terroristas de Hamás mataron a los papás de dos mellizos de 10 meses, sus bisnietos. Los bebés quedaron cerrados en la casa por 10 horas. Un comandante de las Fuerzas Especiales de Israel fue quien los encontró y los entregó a Lalo.
— ¿El documental ya está listo?
Ya tenemos una versión de 25 minutos que está siendo difundida por un canal argentino llamado DNews, que es parte de DIRECTV. Estamos ahora tratando de cerrar con otro canal en México y nos vamos también a España. Existe una versión que está en las redes sociales. La armamos para periodistas, pero alguien la publicó y está ahí. Estoy preparando una versión larga, de una hora, así que seguimos entrevistando todo el tiempo.
— ¿Algún medio de Chile se interesó?
Todavía no, lo estoy buscando.