-¿Por qué mataste a los niños?- Pregunta el Juez.

– Pa` que no sufrieran los pobrecitos.- Responde Él.

Por Erwin Vera Salazar

En Chile para nadie es una sorpresa que la película El Chacal de Nahueltoro, dirigida por el cineasta Miguel Littin, se ha transformado (desde su estreno en 1969, hace 55 años) en un pilar de la filmografía nacional. Tanto por su valor e influencia en el llamado nuevo cine chileno y latinoamericano, como por su original realización y montaje, que tan bien une la ficción con el documental. Todo lo anterior sumado a la trascendencia de una realización que marcaría la Nueva Ola del Cine en Chile, lleva a la publicación del libro que reseñamos.

El Chacal de Nahueltoro – Emergencia de un nuevo Cine Chileno fue publicado el año 2009, cuando se cumplían 40 años desde el estreno del film de Littin. El libro, de la editorial Uqbar, viene a re-confirmar la vigencia de una película que es la quinta esencia del Cine Nacional, un film referencial para todo estudiante de cine y amante del mismo.

Y es que lo señalado anteriormente no es antojadizo, ya que la historia de José del Carmen Valenzuela Torres (el protagonista de la película), ese niño pobre que deambulaba por los campos de Chillán y que de adulto se transforma en un monstruo, luego de asesinar a su conviviente y a cuatro de sus hijas (de 10, 8, 6 y 4 años) y su hijo (de 6 meses), no deja indiferente a quien conozca este relato. Más aún cuando lo vemos “documentado” de manera impactante en una sala de cine, convirtiéndonos en testigos de todo el transitar de miseria del denominado “chacal”, de la pobreza que cruzaba al campo chileno de la época.

En las 137 páginas que conforman el libro, Rodrigo Cepeda, Edgar Doll, Guillermo González, Udo Jacobsen y Sergio Navarro, los autores de la publicación (destacados académicos, docentes, cineastas y profesionales de vasto desarrollo vinculados al cine nacional) analizan el filme, escudriñan en su desarrollo, rememoran anécdotas. En él, entregan detalles y datos de lo que fue la realización de la cinta, la que comienza con el descubrimiento de la noticia por parte del director Miguel Littin, un caso de la crónica roja que también deja de manifiesto la desigualdad social y económica del país de los años cincuenta y sesenta.

Los diversos ensayos que componen este libro se convierten en una especie de bitácora de la película de Littin, una que nos lleva por la construcción de personajes por parte de sus actores, unos tremendos Nelson Villagra, Shenda Román, Luis Alarcón y Marcelo Romo, entre otros. Acá podemos conocer la historia y preparación de un film que presentó todo un reto para su equipo de producción, incluso en su inventiva dramático/narrativo (donde el documental se yuxtapone a la ficción o viceversa) a partir de su trabajo de montaje, lo que Rodrigo Cepeda, uno de los autores de la publicación, llama “Metamimesis”, es decir, “el personaje que es representado, representa a los personajes reales”.

Cineteca Nacional de Chile

La idea anterior se aprecia claramente en un segmento de la película denominada “El andar de José”. Aquí, el director coloca a su personaje principal (el actor Nelson Villagra) junto a hombres y mujeres que la cámara filma y registra de manera documental, donde pareciese que no fueran conscientes de que están siendo filmados, esto debido a la naturalidad para habitar el espacio.

El libro destaca que, (en el filme) cuando “José” empina su caña de vino, “se une una breve unidad de planos con los demás ebrios “empinando el codo” y tambaleándose con la mirada perdida, tal como el actor Nelson Villagra mirará su caña de vino”. Más allá de estas consideraciones técnicas o narrativas, observamos el compromiso profesional que involucra a quienes estaban elaborando esta cinta, cuyas propuestas eran una búsqueda innovadora para el cine nacional.

Como dato anecdótico, y un adelanto para quienes leerán este libro, allí se señala que Héctor Ríos, director de fotografía y operador de cámara de la película, entrenó en un gimnasio y además aprendió técnicas de mimo para afrontar la realización. Él sabía que la filmación le presentaría un reto, al tener que llevar su cámara al hombro para registras las jornadas y largas secuencias indicadas por el director… esto es lo que, en Chile, llamamos comprometerse con la “pega”.

Cuenta la historia que el actor Nelson Villagra visitó la tumba del “canaquita”, como también se conocía a José del Carmen Valenzuela Torres, para dejar una placa de agradecimiento al personaje que lo conectó con los espectadores y que interpretó de manera magistral en la pantalla grande. Villagra sabía que la tumba de Valenzuela Torres se había transformado en una animita milagrosa en San Carlos, y quería rendir un homenaje a su representación.

En conclusión (y tal como el libro señala), El Chacal de Nahueltoro es una película tan importante para el cine nacional que seguirá resonando en la cultura chilena hasta la eternidad. Esto seguirá llevando a nuevas generaciones a querer indagar en el significado, valor e influencia de esta obra maestra de la cinematografía local.

El Chacal de Nahueltoro está disponible, gratis, en la Cineteca Nacional de Chile, y se puede acceder a través de la página del Centro Cultural La Moneda). Puede verla pinchando aquí.

Uqbar Editores

El Chacal de Nahueltoro – Emergencia de un nuevo Cine Chileno

Rodrigo Cepeda, Edgar Doll, Guillermo González, Udo Jacobsen, Sergio Navarro
Uqbar Editores
2009