En su trigésimo aniversario, la compañía talquina reitera su convicción comunitaria y social como creadora de artes escénicas.

Por Leopoldo Pulgar Ibarra

“El nombre que me dio mi padre es Walimai, que en la lengua de nuestros hermanos del norte quiere decir viento. Puedo contártelo, porque ahora eres como mi propia hija y tienes mi permiso para nombrarme, aunque sólo cuando estemos en familia”.

Este hermoso fragmento del libro “Cuentos de Eva Luna”, de Isabel Allende, podría sintetizar el sentido más profundo de la actividad de la cia. Walymai que fundó en 1994 Mauricio Cepeda, actor, clown y formador de elencos ciudadanos.

Agrega el relato: “Se debe tener mucho cuidado con los nombres de las personas y de los seres vivos, porque al pronunciarlos se toca su corazón y entramos dentro de su fuerza vital. Así nos saludamos como parientes de sangre”.

La referencia literaria no es absurda ni gratuita, ya que por su tono y sentido está muy cerca de Cepeda cuando afirma que “llevo el teatro en el corazón, tengo el alma hecha teatro y como dijo el maestro Andrés Pérez: ‘Me considero militante de la belleza’”.

En estos 30 años de vida la cia. estrenó “Federico, el niño poeta”, “Mercancía disponible”, “No le temo a la muerte, temo ser olvidado” y “La nave imaginaria es choriflai”, entre otros títulos que ha mostrado en Córdoba, Bogotá, Medellín, La Habana, Ginebra y Asturias.

El actor también estudió para ser especialista en Risoterapia y Terapia Emocional, temas que -por supuesto- también llevó al formato escénico.

“Ahora estamos comenzando con un nuevo proyecto en nuestra propia sala para 40 personas: la Casa-Teatro Walymai”, subraya con sencillo orgullo Mauricio Cepeda.

Gian Carlo Marzall

La cosa social

¿Qué situación pensada o fortuita gatilló la fundación de la cia. Walymai?

“Nuestro inicio fue en la calle como vendedores de rosas vestidos de mimo pero, luego, tomamos cursos en un taller. Con esta formación nacimos, en 1994, como Teatro Walymai.

“Éramos jóvenes cristianos y evangelizábamos con rutinas de teatro mimo. Desde esa época tuvimos interés por lo social llevando montajes a los hogares de menores: la primera vez fue el Hogar de Niñas el Buen Pastor”.

Es obvio que el nombre del grupo vino de “Cuentos de Eva Luna”…

“Sí, es del libro de Isabel Allende, publicado en 1989. En su paso por Talca para recibir el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2003, de la Universidad de Talca, dijo sentirse muy contenta al saber que bautizamos la cia. como Teatromimo Walymai, junto con Mónica Fuentes, actriz talquina, ahora radicada en Francia”.

Estimular y formar

¿Cuáles son los rasgos principales de Walymai en lo temático y artístico, y cómo ha sido su evolución?

“Lo comunitario y social, a través de llevar el teatro a lugares como el Centro Penitenciario Femenino o el Centro Penitenciario de Menores. O formando jóvenes actores con el apoyo del Instituto Nacional de la Juventud y del Centro de Extensión de la Universidad de Talca, entre otras instituciones públicas como privadas.

“También realizamos laboratorios teatrales en el Teatro Regional del Maule y en escuelas públicas urbanas y rurales con centro de vecinos u otras organizaciones. Hacemos patria al interior de la Región del Maule.

“Siempre entregando herramientas que impulsaron la formación de actores que, después, estudiaron y egresaron como profesionales de diversas escuelas de teatro de Chile. Hemos sido un semillero”.

Gian Carlo Marzall

Teatro en el corazón

¿Cómo lo adaptas a tu personalidad el clown, tu especialidad y/o el perfil de Walymai?

“Llevo el teatro en el corazón, tengo el alma hecha teatro y como dijo el maestro Andrés Pérez: ‘Me considero militante de la belleza’. Entrego amor y autocuidados al público con técnicas de la Risoterapia y el teatro Clown.

“Luego de tres años en Argentina me formé como actor clown y especialista en Risoterapia, en la UBA. A mi regreso, después del terremoto de 2010, monté obras como ‘Des3-Arte’” .

“Ahora, en la compañía somos tres Quijotes contra el tiempo. Con Rogelio Aravena Peña y Gian Carlo Marzall seguimos en la lucha de entregar un teatro honesto y usando, desde el equilibrio precario, nuestra creatividad en cada proyecto”.

¿La risoterapia y el teatro familiar es el camino preferente?

“Sin duda, nuestro mejor público es la familia reunida, a través del teatro. Somos una compañía que aporta entretención y educación. La Risoterapia es un recurso importante de Terapia Emocional y Autocuidado. Es transversal, abarca a todos y todas en sus diferentes edades. De hecho, trabajamos con organizaciones como la Expo Familia llevando el teatro clown a las plazas públicas”.

Finalmente, ¿qué sentido tiene el teatro para ti y Walymai?

“Teatro Walymai (Teatro Viento) se deja llevar donde lo inviten, y es libre donde no lo invitan. Un viajero poético, profeta de barrios y comunidades. El viento nos lleva a todos los humanos, del más pequeño al más adulto: desde hace más de 12 años tenemos una alianza con el teatro Alondra, de adultos mayores.

“El teatro para mí es una acción de Fe y Certeza que crea humanos mejores y sensibiliza al público entregando una apertura de comunicación directa, diálogos a lo humano y a lo divino. Nuestro teatro rescata el patrimonio vivo”.

Eduardo Arena

XXX Aniversario Walymai en Junio

Casa-Teatro Walymai.
Jueves 6: “Hombre perro” (El viaje de las máscaras)
Viernes 7: “Más que hermano” (Expedición teatral)
Sábado 15: “Federico el niño poeta”

Centro Penitenciario Femenino.
Miércoles 19: “Fumando esperan”. Teatro Adultos Alondra

Centro de Extensión Universidad de Talca.
Sábado 29: “No le temo a la muerte, temo ser olvidado”