LOM Ediciones

De Papudo al infierno, una justa sepultura al soldado: "sin gloria y sin perdón"

27 mayo 2024 | 11:44

Verónica Estay

Verónica Estay Stange escribe el libro. Hija del exilio, sus padres estuvieron detenidos y fueron torturados cuando Andrés Valenzuela Morales, “Papudo”, era uno de los guardias. También es sobrina del tristemente famoso “El Fanta”. Un destacado militante comunista que se quebró con la tortura. Pero después, de manera voluntaria, se integrará al Comando Conjunto, llegando a ser uno de sus líderes.

El Fanta (Miguel Estay Reyno) fue más que eso. Es, probablemente, el principal responsa-ble de la detención, tortura y desaparición de la plana mayor del Partido Comunista. Y tuvo un rol central en el caso “Degollados”.

Lee también...
El Fanta: la traición en su máxima expresión Lunes 31 Octubre, 2016 | 10:29

Para Verónica Estay, que tuvo la iniciativa, era importante despejar dudas, saber más de sus padres. De su tío. Aclarar su propia historia, tan dividida, entre Chile y el exilio, entre sus padres y su tío. Teniendo en “Papudo” un actor y testigo clave.

Andrés Valenzuela, Papudo

Andrés Valenzuela es un personaje controversial. Quería ser marino pero, por negligente y por casualidad, terminó en la Fuerza Aérea. Hasta ahí, no habría problemas. Pero estábamos en dictadura. Y pronto, en forma fortuita y paulatina -pero rápida-, lo involucran en actividades clandestinas.

Primero como celador de detenidos (también podríamos decir secuestrados, porque eran detenciones ilegales en lugares secretos). Luego participará en seguimientos, detenciones y torturas.

Serán casi 10 años. Hasta que no pudo más con la angustia, generando un verdadero terremoto en Chile y el extranjero.

“No logro dividirme. Aunque lo intento, no me resulta: soy un solo hombre, uno solo, con toda esa carga. Necesito olvidar, no pensar en lo que he visto; por eso me ha dado por tomar. Menos mal que no he caído en las drogas.

“Lo entiendo”, dirá e juez.

“Sigo cumpliendo mis tareas, pero actúo como un autómata. En mí no hay ni patriotismo ni odio.” (p 86)

Su declaración a la periodista Mónica González (revista Cauce), que luego confrontará con los antecedentes que tenía la Vicaría de la Solidaridad, no solo cambiaría lo que se sabía de los órganos represivos. También entrega información valiosa sobre crímenes, formas de operar y los conflictos y crímenes entre los mismos organismos represivos. (En nombre de la “Patria”, asesinan a otros “patriotas” que asesinan por la “Patria”).

De Papudo al infierno

Andrés Valenzuela Morales se transformó en un personaje clave desde que se publicara su entrevista a Mónica González. Una figura rodeada de controversias, dudas, que ha generado sentimientos y posturas encontradas. Así, ha sido catalogado como traidor, torturador, asesino, valiente, humano, etc.

“No, viejo, la mirada del pescador (su padre) estaba llena de paisajes, de emociones y fantasías que no sabía cómo expresar. La mía contiene secretos terribles, escenas atroces que bastarían para arrancarle a mi hija la inocencia de raíz. Por eso no la miro a los ojos.” (p 86)

Esta aura conflictiva y compleja se potenció además por un hecho controversial. La entrevista debía publicarse después de que Andrés Valenzuela como las personas (Vicaría de la Solidaridad) que estaban trabajando con la información entregada por él estuvieran a resguardos de la represalia que, sin dudas, desataría la dictadura. Sin embargo, se publicó antes, en Venezuela. La respuesta de la dictadura fue el asesinato de Manuel Guerrero (el documental Guerrero, de Sebastián Moreno, está disponible en ondamedia.cl), José Manuel Parada y Santiago Nattino. El “Caso Degollados”. Con el Fanta como protagonista.

A lo anterior, se suma el que varios detenidos tendrán buenas opiniones sobre Valenzuela. Incluso algunos tendrán, en el exilio, buenas relaciones con él.

Aportes

Después de la entrevista publicada en Venezuela y en Chile, Papudo aparecerá en diversos libros y documentales. Incluyendo, por ejemplo “¡Viva Chile mierda!”, gran documental de Adrián Goycoolea. O en Acta general de Chile (1986), de Miguel Littin.

Lee también...

Sin embargo, esta (auto)biografía, producto de años de conversaciones entre Verónica Estay y Andrés Valenzuela permite varias cosas. Es una versión autorizada por su protagonista. Tuvo un tiempo considerable de reflexión, para aclarar dudas, para aclarar zonas oscuras. En rigor, lo que queda inconcluso, oscuro, contradictorio o no dicho, es porque Valenzuela quiso o puede llegar hasta ahí.

“Brazos y piernas amoratados, llenos de pústulas, muñecas marcadas por las esposas, huesos que se transparentan bajo la piel, rostros deformados, bocas abiertas por donde sale espuma, ojos mirándome fijamente. Olores fétidos, gritos como aullidos. Palabras, frases sueltas: “Mire cómo me tienen estos conche su madre”, “Guardia, lléveme al baño”, “Quiero colaborar, “Dame un cigarro, Papudo”. Como las descargas que les dabas a los detenidos, me asaltaban esos recuerdos una y otra vez.” (p 127)

El libro es su versión, confrontada y escrita por una mujer con un fuerte interés personal, íntimo, por saber, por develar verdades.

En lo específico, Andrés Valenzuela entregan muchos datos concretos. Por ejemplo, afirma que El Fanta fue torturado (contradiciendo a Nancy Guzmán), pero que colaboró voluntario. Da nombre de víctimas de torturas y asesinados, como de sus victimarios. Contradice dictámenes de la Justicia, dando con los verdaderos culpables.

“Y no es un detalle, sino un asunto de suma relevancia: quiero que quede bien consignado que esos conche de su madre me han quitado hasta el llanto. Aunque intentara llorar, no podría. Estoy más allá de toda emoción, en un estado sobrehumano; infrahumano, mejor dicho. Que lo sepa el mundo entero: me han despojado de mí mismo. Como un cobarde, me dejé despojar: Que se sepa también. Vaciado de mí, soy un hombre muerto…” (p 136)

“De Papudo al infierno. Autobiografía de Andrés Valenzuela Morales” es un libro sobre un periodo oscuro, de horror, de nuestro país, aportando nuevos datos. Una mirada desde adentro, tensionada por los distintos lugares donde estuvo, como protagonista.

También es una mirada íntima, con las contradicciones de ser del último escalafón de mando. De ser parte de una organización secreta. De tener, a pesar de su progresiva deshumanización, actitudes que lo hacen destacar a ojos de sus víctimas (recomiendo documental de Adrián Goycoolea, disponible en ondamedia.cl)

El libro De Papudo al infierno tiene la virtud de plantear las verdades del protagonista con sus luces y sombras. Con sus grises y vacíos. Con certezas y dudas. De ser una gran -o privilegiada- ventana a ese gran abismo que es la condición humana.

“Al soldado le hemos ofrecido una justa sepultura, sin gloria y sin perdón” (p 194)


De Papudo al infierno. Autobiografía de Andrés Valenzuela Morales

Verónica Estay Stange
Lom Ediciones

Mayo de 2024, Santiago de Chile