En el marco del Día de los Patrimonios, el espacio cultural Taller.1 volverá a albergar la intervención artística “Nautilus”, popularmente conocida como la “Casa de Vidrio”: el inmueble transparente que en el verano del 2000 escandalizó a la sociedad chilena.
La actividad lleva por título “Al desnudo. Entre lo público y lo privado”, y se realizará en el mismo recinto capitalino que recibió a cientos de curiosos mientras la performance estuvo operativa (General Salvo #20. Metro Salvador, Providencia).
El público, además de recorrer la casa durante dos minutos, también podrá presenciar reflexiones al respecto. En esa línea, la escritora chilena Catalina Infante (“La grieta”, “Helechos”) realizará una lectura de los titulares de prensa que cubrieron el hito artístico.
“Taller.1 es un espacio patrimonial que albergó las oficinas de la revista Paula, el Taller Experimental Cuerpos Pintados y donde por años estuvo expuesta la obra Nautilus, más conocida como la Casa de vidrio”, señala la descripción del encuentro.
“Montada en el verano del 2000, la propuesta de los arquitectos Arturo Torres y Jorge Christie causó gran revuelo al desafiar los límites de la intimidad y exponer la vida cotidiana en el espacio público”, agregan.
“Con motivo del Día de los Patrimonios, los visitantes de Taller.1 tendrán la oportunidad de conocer el lugar y recorrer la emblemática obra Nautilus, que por primera vez estará abierta a público. Cada persona podrá habitar individualmente este icónico espacio durante dos minutos”, advierten.
Las inscripciones, señalan, se realizarán por orden de llegada en el mismo lugar. A su vez, “estará expuesto el trabajo del Taller Experimental Cuerpos Pintados, epicentro de una audaz exploración artística que por más de 30 años fusionó el cuerpo humano y la expresión creativa en distintos formatos: pintura, fotografía, escultura, danza, performance y música”.
“Desde su génesis en 1981 -y bajo la visión del fotógrafo y editor Roberto Edwards-, este proyecto fue concebido como un espacio para desafiar los límites convencionales del arte y la representación corporal, convocando a cientos de artistas a apostar a que el cuerpo humano podía ser un lienzo excepcional para sus creaciones”, añaden.
¿Qué es la Casa de vidrio?
El proyecto “Nautilus: la nueva casa transparente para armar en su lote suburbano”, más conocido como la Casa de Vidrio, se exhibió en Santiago de Chile entre el 22 de enero y el 7 de febrero del 2000.
La emblemática obra, financiada por Fondart, fue concebida por los arquitectos Arturo Torres y Jorge Christie, y pretendía ser la vivienda de una mujer durante un mes. La propuesta era que ella haría su vida cotidiana en un espacio totalmente transparente.
“Proyecto de un habitante en una casa transparente por un mes. $200.000. Realizaremos entrevistas el sábado 13 de noviembre durante todo el día”, decía el aviso de convocatoria para encontrar a la futura habitante de Nautilus.
La hoja, impresa en tamaño carta, fue pegada en los muros de las escuelas de teatro y arte santiaguinas a fines de 1999. Al centro se leía la palabra “actriz”.
La estudiante de teatro Daniella Tobar -quien fue seleccionada como habitante de Nautilus a través de este llamado público-, desarrolló su rutina a vista de los peatones de Santiago Centro. Al segundo día, afuera la esperaba una multitud conformada en su mayoría por hombres, gritando que querían verla desnuda.
El proyecto fue portada de diarios a nivel nacional y cubierto por todos los noticieros. La Casa de vidrio, como la llamaron, se convirtió en la noticia que marcó Chile el verano del 2000.
“Proyecto artístico provoca revuelo”, “Una casa transparente, un país voyerista”, “La casa transparente en el centro, ¿es arte?”, “La mujer que enloquece a Santiago” y “A la ducha, a la ducha” fueron solo algunos de los cientos de titulares que cubrieron la obra, instalando en los medios un juicio mediático en torno a los límites de la privacidad y el arte.
Lo que dijeron los especialistas
“Las ventanas son siempre dobles. Pertenecen a una fachada, a una habitación, a un edificio, pero también a la vereda, a la calle y a la ciudad. La idea de ‘una casa que se vuelve una ventana’ en la mitad del paisaje fue llevada al extremo en estos ejemplos, que no distinguieron entre fachada y ventana, ni lleno o vacío. Según la luz y hora del día y la posición de observación, el vidrio como monomaterial se comporta en estas casas de formas opuestas: la casa se vuelve completamente transparente o totalmente reflectante y opaca, intercambiando al sujeto en su interior de observador a observado en un panóptico invertido”, señaló Alejandra Celedón, Decana de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño UDP (Extracto del libro “La Ventana”, a ser publicado por Editorial Bifurcaciones en 2024).
“La vigilancia es una forma de control que no requiere coacción física, pues el simple hecho de sentirse observado altera el comportamiento del sujeto. En este contexto, la Casa de vidrio buscó funcionar como un panóptico inverso donde la persona observada estaba plenamente consciente de su visibilidad, con el fin de subvertir la dinámica tradicional de poder al exhibir conscientemente su vida privada como un espectáculo. La obra evidenció una dinámica patriarcal y conservadora de gran parte del público, cuya mirada masculina y escopofílica -como diría Laura Mulvey-, dominó la escena visual””, apuntó Alejandro Martínez, Director de Programa Archivos UDP.
Programación Día de los Patrimonios
Sábado 25
10:00 a 17:30 Visita abierta a la Casa de vidrio.
17:30 Diaporama Cuerpos Pintados
18:00 “Los merodeadores de la casa de cristal”, lectura de prensa sobre la Casa de Vidrio, por Catalina Infante.
19:00 Performance Testimonio de un desnudo. Puesta en escena: Nicolás Poblete. Música: Felipe Bórquez.
20:30 Diaporama Cuerpos Pintados
Domingo 26
10:00 a 17:30 Visita abierta a la Casa de vidrio.
12:00 Diaporama Cuerpos Pintados
12:30 Concierto de piano: Felipe Bórquez.