Por Leopoldo Pulgar Ibarra
“La sangre invisible”, producción autogestionada de la cia. Teatro La Gira, se inicia en una excavación antropológica en pleno desierto de Atacama, donde se descubren restos humanos.
Allí, en ese rincón perdido y seco en medio de una vastedad territorial que estimula la imaginación, dos hombres se confrontarán.
Un sargento que vigila desde un promontorio esperando su relevo, y un joven profesional que emerge de la excavación, que desea el regreso del antropólogo para que continúe investigando los restos extraídos de las profundidades del desierto.
“Quedaron allí víctimas de las circunstancias que les tocó vivir, atrapados en una burbuja de tiempo que se desarrolla en paralelo con la época presente, como si ambos tiempos se cruzaran”, explica Nelson Brodt.
Como actor, dramaturgo y director, Brodt ha tenido a su cargo numerosas obras, entre las cuales destacan “Redoble fúnebre para lobos y corderos” (1980), “Hechos consumados (1981), “Pedrito y el lobo” (1983), “A puerta cerrada” (1984), “Páramo” (1987), “Martín Rivas (1991), “Pide tres deseos” (1997), “Galileo” (1998), “Siete golpes de arena (2003), “Ánimas de día claro” (2013).
También recibió distinciones como el Premio Municipal de Literatura. Género Teatro (2004) y el Premio Círculo de Críticos de Arte. Distinción Especial (2013).
Imaginar como recurso
¿Qué representa “La sangre invisible” en tu extensa creación artística?
“En realidad, esta obra corresponde a mi línea personal de trabajo artístico: enfrentar las cosas que son desconocidas y buscar respuestas, a través de interpretaciones fantásticas.
“Cuando todos los recuerdos no pueden ser interpretados por todos de la misma manera, el recurso de la imaginación nos lleva a lo fantástico”.
El desierto en esta obra estimula la imaginación…
“Sí. Los personajes de esta historia están atrapados en una ‘burbuja’ del tiempo pasado, pero por algunos segundos les llega del tiempo presente el rumor de muchedumbres, sonidos, risas…
“Además, como suceden hechos extraordinarios en el desierto, se escucharán voces, mujeres que recorren el territorio…”
Conversación vs confrontación
Son restos que cuentan su historia…
“A partir de los restos que se descubren en la excavación -de conquistadores españoles, mineros del salitre, soldados de la Guerra el Pacífico y de chilenos asesinados por la dictadura-, la muestra antropológica no es más que nuestra propia historia de Chile.
“Allí se confrontan el sargento -soldado entrenado para obedecer y cuidar el orden- y el joven ingeniero que estuvo contra la dictadura que defiende la posibilidad de cambiar las cosas.
“Pero la obra no es política ni partidista, ni relata cosas terribles de la dictadura: yo ambiciono profundizar en cómo cambió el ser nacional por la dictadura y otros sucesos históricos que ocurrieron”.
¿Se desarrolla como discurso analítico o conversación cotidiana?
“Es coloquial y de acción extrema. ‘La sangre invisible’ narra una historia sobre cómo los sucesos reales, con el paso del tiempo, van siendo transformados acomodándose a las nuevas realidades.
“En este sentido, el desierto es esa zona oscura y despiadada donde quedan sepultados nuestros recuerdos, conservados como ocurrieron mientras que, poco a poco, con el paso del tiempo, van siendo modificados y, de esta manera, se van acomodando a nuevas definiciones y así poder seguir adelante en el afán de vivir el presente”.
Dignidad humana
Impresiona que las percepciones sobre un hecho objetivo puedan tener más de una interpretación…
“Si expongo un relato, obviamente, corresponderá a mi propia imaginación construirlo. Otros no construirán la misma historia.
“Además, trato de interpretar la realidad actual, a partir de la historia que me tocó vivir o que he visto sufrir a otros.
“’La sangre invisible’ es también una historia sobre la dignidad humana, sobre aquella cualidad de las personas que no aceptan humillarse, que no aceptan actuar contra sus propias convicciones.
“Más allá de lo sabido, sólo queda imaginar con el aporte de lo conocido. Son imaginarios en los límites del realismo fantástico: trato de interpretar, imaginar y ficcionar cosas que pudieran ocurrir”.
La sangre invisible
Dramaturgia y dirección: Nelson Brodt (Chile)
Elenco: Teatro La Gira (Alexis Saldaña, Diego Muñoz, Diego Subercaseaux).
Diseños: Jorge “Chino” González
Música: Anita Notari
Diseño lumínico: Rayen Morales
Técnico: Rodrigo Gallardo
Producción: José Andrés Peña y Emilio Gutiérrez
Teatro Sidarte
Sala Gabriela Medina
Ernesto Pinto 131.
Viernes 12, sábado 13 y 20, 20.00 horas.
Adhesión general $ 7.000; estudiantes y tercera edad $ 5.000.
Informaciones: +56 9 5319 9464.