Corrupción
“Nadie nace corrupto, excepto la gente que tiene algún tipo de desorden psiquiátrico”, afirman en Breaking Social. Sin embargo, la democracia, los Derechos Humanos y tanto más, son construcciones culturales. La corrupción también.
De manera argumentada, con antecedentes, el documental va entregando un panorama global, relacionando diferentes países de Occidente (con énfasis en Chile, Estados Unidos, Países Bajos, Malta, Inglaterra) y África. Un panorama desolador, donde la corrupción de los más ricos (los verdaderamente ricos) explota los recursos naturales, al planeta, a los países y a las personas. A las y los trabajadores.
Multimillonarios
Son un pequeño grupo de multimillonarios sin escrúpulos. Sin temor a correr o borrar límites, ética, si pueden ganar más. Más y más. Donde la cultura y (ciertos) valores no son importantes. Solo el dinero, no cómo se obtiene.
“Solo hemos construido sociedades que incrementan la distancia entre nosotros”, sostienen. Claro, no debe haber redes sociales (reales, sólidas, del cara a cara), empatía, solidaridad, confianza, porque podrían arruinar sus “negocios”, la corrupción que imponen.
“La confianza es el oxígeno de la democracia”. Pero, “cuando ellos te dan dinero, no puedes criticarlos. Ellos te coinvierten en mentiroso”.
Son un grupo que no tiene patria, no tienen conciudadanos. Se sienten “ciudadanos del mundo” porque no le deben lealtad ni compromiso a ningún país, a ninguna sociedad, a ninguna comunidad. Solo piensan en ellos.
Síndrome del Mundo Malo
Las “malas noticias”, el mostrar un mundo desastroso, al borde del abismo, es inmovilizador. Entrega la sensación de que no hay nada que podamos hacer para incidir en él o para cambiarlo.
Es el Síndrome del Mundo Malo. Ese que lleva a salidas fáciles, como es dejarse llevar. Dejar de manejar la propia vida y entregarse a las redes sociales, al entretenimiento fácil. Al menor esfuerzo. A una vida funcional a un sistema que es propicio para unos pocos.
Breaking Social esperanzador
El documental podría ser un pozo oscuro, sin fondo. Un replicar el Síndrome del Mundo Malo. Sin embargo, a través de los testimonios de personas de Estados Unidos, Malta, Inglaterra, Países Bajos y Chile, entre otros, vemos gente que se rebela, que lucha. Que asume roles activos -grandes o pequeños- para cambiar el rumbo. Para ello, es fundamental el actuar colectivo. Como en el caso, como mencionan, del Mito de La Hidra.
Pero también se requiere y se invita a asumir la historia de la lucha de los dos lobos…
El documental Breaking Social, que se estrena en salas nacionales este 18 de enero, es una gran oportunidad para verlo en grupo. Para iniciar un cambio. Ir al cine para luego conversarlo, discutirlo y asumir compromisos. Una semilla para canalizar el enojo, la rabia, y hacer florecer una nueva sociedad.
Breaking Social, dirigida por Fredrik Gertten, se estrena en salas nacionales el 18 de enero.