La imagen de un pastor evangélico cyborg, generada con IA, fue el punto de partida de ‘El Predicador Artificial’, propuesta artística que se inspiró en los tradicionales predicadores de Plaza de Armas, la plaza más emblemática y popular de Santiago de Chile.
El pastor funciona como una instalación sonora compuesta de un cartel publicitario –tipo “big boy”– y parlantes con sermones grabados. Con esta performance, los artistas saldrán al espacio público para difundir las virtudes y también los riesgos de la nueva tecnología.
Intervenciones
Todas las imágenes, textos y audios del proyecto artístico están realizados o editados con inteligencia artificial. Las intervenciones del Pastor se realizarán en la misma Plaza de Armas de Santiago, mientras que en Espacio218 se encontrará “El Templo Artificial” de esta singular religión cibernética.
El montaje también contempla otros elementos propios de la cultura religiosa, como un confesionario donde los asistentes podrán conversar directamente con una deidad computacional y “La Sagrada Biblia Artificial”, libro ilustrado que sustenta el culto a la tecnología informática. La biblia se compone de un conjunto de libros generados por los artistas de Estudio San Martín, en relación con diversas herramientas de IA, como ChatGPT y Stable Diffusion.
Inteligencia Artificial
Los artistas aseguran que en su obra no se trata sólo de usar aplicaciones de IA para generar arte, sino también de abordar la IA como tema central de la práctica artística, ocupando para ello la cultura religiosa latinoamericana.
La referencia espiritual se debe a que –según ellos– gran parte del discurso actual sobre las inteligencias artificiales tiene un sesgo religioso o esotérico: “Las personas más entusiastas de la IA pregonan la promesa de un paraíso en el avance tecnológico. Otros, en cambio, anuncian el apocalipsis, la pérdida de trabajos, la superación del arte o incluso la aniquilación de la humanidad por una inteligencia artificial maligna. Esta época se ha llenado de profetas tecnológicos. En ese sentido, nuestra propuesta simplemente evidencia y exacerba un fenómeno cultural. Las nuevas tecnologías aparecen ante nuestros ojos como aparatos mágicos y enigmáticos.