La maternidad y el puerperio son los procesos que, desde las artes escénicas, son explorados en la residencia “Somos”. La iniciativa, gestada por la plataforma de gestión en danzas BACHES!, es una propuesta creativa que sitúa en el centro experiencias que, en particular, dentro del mundo de la danza, son inusuales, abriendo una oportunidad de exploración creativa nueva y sugerente para la escena de la danza nacional.
La residencia, que está en pleno desarrollo, está integrada por cuatro madres residentes y sus bebés, de distintos lugares del país, todas relacionadas con la práctica de la danza desde la interpretación, la pedagogía y la gestión. Se suman a ellas dos coreógrafas residentes cuyo rol es acompañar el trabajo de exploración y creación, el que finalizará el mes de octubre con una muestra abierta en el Centro de Creación y Residencia NAVE.
La experiencia de ser madres
¿Cómo te comunicas con tu bebé? ¿Aparece el cuerpo? ¿Cómo crear en danza cuando estas criando? Son algunas de las preguntas que activan el trabajo creativo de “Somos” y que buscan sacar de ese lugar silencioso e invisible, la experiencia de las madres en torno a la creación escénica.
Para Andrea Garrido, directora de la plataforma y gestora del proyecto, su experiencia personal e íntima fue clave en el origen de esta residencia. “Somos, surge a raíz de mi historia personal y la de muchas mujeres trabajadoras de las danzas, que experimentan una nueva realidad frente a la maternidad. Un hito trascendental que abre un abanico de cuestionamientos y procesos personales. Un versus que nace junto a tu bebé, que por una parte hace burbujear el amor primitivo por tu cría, y por otra, la nostalgia del YO. Esto en el marco de la incertidumbre laboral que experimentan muchas las mujeres trabajadoras en cultura de nuestro país, sobre todo los últimos años”, comenta en torno a este proceso que se sustenta en un íntimo trabajo de diadas, entendidas como una relación comunicante entre dos personas, que mantienen un vínculo muy estrecho.
Las diadas de “Somos”
Javiera Núñez Retamales, junto a su hijo Lautaro Vega Núñez (Puchuncaví); Carmen Venegas Soriano, junto a su hijo Manuel Ayun Juricic Venegas (Peñalolén); Maryorie Aguirre Comte, junto Caetano y Olivia Nicanor Madrid (Puente Alto) y Brenda Lizama Farfán, junto a su hija Ema Renata Fernández Lizama (Temuco), son el grupo de intérpretes residentes de este espacio de experimentación. Por su parte, Laura Corona Espinoza, junto a su hija Lara Arancibia Corona (Limache) y Celeste González Marchant, junto a su hijo Kai González González (La Serena), conforman el núcleo de coreógrafas residentes, quienes están acompañando y guiando esta experiencia creativa que cruza danza y maternidad.
Laura Corona, una de las coreógrafas residentes, releva los alcances de esta propuesta artística “que son de interés nacional, porque instala en un lugar visible el rol de madre, la identidad del cuerpo de la madre, en una realidad en la que muchas veces este mismo rol y cuerpo es invisibilizado en nuestro medio profesional”, enfatizando en la falta de reflexiones e investigaciones en torno a la práctica de la danza y la maternidad.
Primeros hitos y experiencias
“Somos” comenzó su etapa virtual durante el mes de junio, y tuvo como punto de partida una instancia de exploración creativa guiada por Varinia Barría, psicóloga perinatal de Espacio Nativa. Fue el inicio de una reflexión colectiva que permitió conectar con los hilos temáticos que cruzan el tema del puerperio.
Para Varinia el encuentro realizado en junio “fue una sesión muy intensa, desde la cual pudimos ir abordando el análisis de la experiencia que implica para una mujer atravesar el puerperio y lo que hace que esa etapa sea un hito particular en la experiencia de vida de una mujer. Me parece que esta residencia es una súper oportunidad que nos permite instalar y proponer reflexiones nuevas desde otros lugares sobre la maternidad y puerperio”, comentó. En la misma línea de exploración, pero, durante el mes de julio, las residentes trabajarán en torno a la experiencia corporal vinculada con el suelo pélvico, junto a Nataly Mendoza, del espacio santiaguino Somos Pilates.
La virtualidad ha permitido conectar a las residentes y coreógrafas en una zona de contacto común que, durante el mes de octubre, se desplazará a la presencialidad en una segunda fase de trabajo creativo e investigativo en el Centro de Creación y residencia NAVE, en la ciudad de Santiago. Será el momento de abrir el proceso a la comunidad en una muestra que se realizará en el espacio que se encuentra en Barrio Yungay.