Un tránsito entre los espejismos de la infancia-adolescencia y la dura madurez adulta realiza este montaje de la destacada dupla que forman la actriz, escritora y dramaturga Nona Fernández (“El taller”, “Liceo de Niñas”) y el escritor y director Marcelo Leonart (“Noche Mapuche”, “Proyecto diablo”), fundadores de la cia. La Pieza Oscura.
Una propuesta que envuelve sueños, realidades inquietantes y la experiencia de la memoria colectiva que la autora relaciona, contrasta y sintetiza en el título de la obra de teatro.El mismo de su novela homónima, que lleva el nombre de un popular videojuego japonés (1978) donde reinaban los marcianos, imágenes que llenaron parte importante de la vida de mujeres adultas que rememoran las niñas y adolescentes que fueron.
El director, por su parte, frente a una adaptación escénica que, en parte, se conecta con lo documental y discursivo, subraya la época escolar no sólo como un recuerdo de infancia infiltrado por un fantasma que todavía hace tiritar a las mujeres que sueñan y rememoran, sino también como la mirada que revive aspectos de un pasado social y político, según los ojos adolescentes.
Por esta vía acude inevitable un hecho real, el caso de la compañera de curso Estrella González. Ella dejó de ir a clases sin que nadie supiera por qué, hasta que los noticiarios denunciaron que su padre era el jefe operativo del comando de carabineros responsable de uno de los crímenes más siniestros durante la dictadura militar, el Caso Degollados.
Así, junto con la activa dinámica propia de adolescentes ingenuas y curiosas que juegan en el amplio territorio del escenario reconstruyendo el pasado, la propuesta hace la conexión con la dura realidad actual de ellas, tal vez, como consecuencia inevitable.
Como obra teatral “Space Invaders” debutó en octubre del año pasado en el Festival Internacional Sens Interdits (Lyon, Francia) y como novela ha sido traducida y publicada en francés, italiano, alemán, inglés y griego.
Espíritu y sentido
Aunque la arista documental de “Space Invaders” es un fuerte símbolo de una época traumática, no es oportunista ni antojadiza, sino una experiencia válida para una generación de adolescentes.
Sin embargo, las integrantes del elenco, integrado por actrices con trayectoria, no se caracterizan en la obra como niñas, lo que sería un golpe mortal a la credibilidad de una producción que juega con realidad y ficción.
El director opta por incorporar un conjunto de coreografías que sugieren un espíritu que diferencia y personaliza a cada protagonista que, además, llevan su apellido en el pecho, vivencias escolares y de época que abren una amplia entrada a la evocación del público.
Su arquitectura es siempre llamativa: son movimientos basados en la danza que se congelan luego de irse construyendo en los segundos previos, poco a poco, tal vez como una forma de ser leídos en su proyección expresiva más íntima.
En lo coreográfico y lo gestual-corporal de las intérpretes predomina la delicadeza, la insinuación de los sentidos y ciertas brusquedades que podrían corresponder no sólo a transiciones adolescentes removidas por un impacto espiritual
-por un suceso, una noticia o una situación límite-, sino también por la necesidad de subsumirlo para poder seguir adelante con la vida.
En este sentido, la violencia dictatorial (y la del Estado cuando no hay control desde el mundo civil) aparecerá siempre como el factor que moviliza el flujo y el reflujo de las conductas audaces y traumáticas, del despliegue escénico y de las aristas documentales o testimoniales de las voces reflexivas o lecturas a micrófono abierto.
Y aunque el relato se propone desde los adultos, lo que está en el centro de todo es la mirada desde la ingenuidad y la curiosidad que avanza hacia un grado impresionante de mayor conciencia de la realidad sin que se pierda la matriz biológica y conmovedora de la adolescencia.
Space Invaders
Dramaturgia: Nona Fernández, basada en su novela homónima
Dirección: Marcelo Leonart
Elenco: Cia. La Pieza Oscura (Carmina Riego, Roxana Naranjo, Francisca Márquez y Nona Fernández)
Escenografía y vestuario: Catalina Devia
Diseño de Iluminación: Andrés Poirot
Realización y asistencia de diseño: Nicolás Jofré
Música: Miguel Miranda
Coreografías: Claudia Vicuña
Producción Francisca Babul
Coproducción C.C de Quilicura, Fundación Teatro a Mil y Teatro UC.Teatro UC.
Jorge Washington 26.
Miércoles a sábado, 20.30 horas.
Hasta 14 mayo 2022.
Entrada general, $ 10.500. Ticketplus.cl