“Grotesco”, “repudiable”, “pornoshow”, fueron algunos de los adjetivos que acapararon las portadas de los medios de la época para describir la performance “Por la Cruz y la Bandera”, realizada el 27 de febrero de 1992 en el Museo de Bellas Artes por el artista local Vicente Ruiz y protagonizada por una “crucificada” y semidesnuda Patricia Rivadeneira.
Pocos fueron testigos del montaje que tuvo a la actriz cubierta sólo con una bandera nacional en el emblemático inmueble de Santiago Centro. Desde entonces, los relatos sobre la gesta se multiplicaron, transformándola en un mito de la historia del arte contemporáneo local.
Su trasfondo político, de acuerdo al autor, buscaba visibilizar la precaria situación de los enfermos de Sida y el pueblo mapuche.
Conmemoración en línea
Este domingo se cumplen 30 años de esta performance que puso en jaque a la entonces renaciente democracia chilena.
“Si esta performance hoy sigue viva en el imaginario de Chile, es porque desafió el paradigma de los símbolos patriarcales como la crucifixión que redime y la bandera que exalta chovinismo, en su lugar una mujer desnuda como Eva vuelve al paraíso, libre de pecado”, reflexiona Patricia Rivadeneira.
Con el fin de conmemorarla, por primera vez se emitirá íntegra y gratuitamente la pieza en formato audiovisual (06:24), la cual fue realizada por el cineasta Enzo Blondel. La cita será este 27 de febrero entre las 21:00 y 00:00 a través de la plataforma Escenix.
“Como un cometa que pasa por un mismo lugar durante el viaje de su órbita, considero este momento, para ser revisado a los ojos de hoy”, agrega Vicente Ruiz.