“Me veo incapaz de precisar ahora cuándo inicié mi rastreo compulsivo de la ceguera, pero sé que precede y excede la idea misma de escribir sobre los ojos y que es efecto de haber atesorado citas y archivado las infinitas imágenes oculares que iba hallando en los textos que pasaban por mis ojos.” (pp 195)
Lina Meruane (Santiago, 1970) regresa a un tema que a vivido, o sufrido en carne propia. El tema de la ceguera, total o parcia. A través de tres ensayos, Zona ciega es una reflexión sobre el estallido social y su saldo de cientos de personas con traumas oculares o pérdida total de la visión a manos de Carabineros (Matar el ojo), sobre reconocidos escritoras y escritores ciegos, los que relaciona con su propia experiencia y su libro Sangre en el ojo (Ojos prestados) y sobre Gabriela Mistral, Marta Brunet y la mexicana Josefina Vincens, todas ellas con problemas de visión, junto a otras escritoras latinoamericanas con problemas similares (Las casi ciegas).
Lina Meruane entrega -regala- ensayos apasionados, eruditos, parciales, lúcidos, emotivos. Escribe desde la obsesión y las vivencias -fuertes, marcadoras-, donde la búsqueda de explicaciones, de entender las vivencias y sus efectos son más relevantes que la asepsia, lo científico.
En Matar el ojo, Lina Meruane no oculta su horror, su rabia y empatía con las víctimas, con las que se identifica, en un proceso humano y natural que permite al lector acercarse a entender el drama que sufren las cientos de víctimas aculares de la represión ´policial chilena (y de otros países). Es un ensayo para dejar de ver o no sólo ver números, sino seres humanos que han sido limitados -de por vida- en sus capacidades. En llamados errores que, al ser de tal magnitud, que no pueden ser calificados como tales (no todos, o sólo unos pocos).
“Necesité indagar en ese aparente cambio de estrategia de matar en dictadura a mutilar en democracia.” (pp 199)
En Ojos prestados, la escritora hace un recorrido y va relacionando diversos escritores ciegos ilustres, una suerte de casta masculina dentro de la literatura -muy distinta a las escritoras no videntes, que han tendido a ocultar esta condición-, para analizar c´0mo se ha abordado y escrito sobre la pérdida de la vista. Y sobre los efectos que ese proceso y la condición de ciego incide en la escritura y en el aura de los escritores.
“Si me hubiera puesto a trabajar, esas horas se las habría robado al gozo inefable de ver” escribió en una carta Marta Brunet (citada en la pp 193)
Por último, en Las casi ciegas escribe a partir del descubrimiento de cartas entre Gabriela Mistral y Marta Brunet donde escriben sobre sus problemas de visión. El ensayo gira en torno al ocultamiento de esa condición y al hecho de no manifestarse en sus obras.
Como en sus otras obras, Lina Meruane ofrece un texto profundo, apasionado, obsesivo, que da luces, deja inquietudes y estimula.
Zona ciega
Lina Meruane
Penguin Ramdon House Grupo Editorial
Santiago de Chile, abril de 2021