En formato online se encuentra disponible el catálogo fotográfico “Rosa” de la fotógrafa y periodista Loreto Vergara Gálvez que busca, a través de fotografías, textos y dibujos, indagar en los sueños de una adulta mayor invidente.
Rosa, es un ensayo fotográfico que se desarrolló en plena pandemia del COVID-19 durante el año 2020, mientras la autora se encontraba viviendo en el pueblo de la comuna de Santa Juana, en la Región del Biobío.
Este trabajo retrata la intimidad y la memoria de la abuela paterna de la fotógrafa, el cual investiga su historia de vida y sus sueños, los cuales cobran mayor relevancia desde hace más de trece años, cuando debido a una enfermedad (glaucoma) perdió el cien por ciento de su visión.
Paulatinamente, la autora comenzó a escuchar las narraciones sobre los sueños que Rosa relataba al despertar. Ellos logran ser una oportunidad para reencontrarse con familiares, imágenes de coloridos paisajes, leyendas locales, sucesos de infancia, entre otros. Soñar, para ella, es viajar hacia aquello que escapa a su percepción.
En el libro es posible adentrarnos en paisajes sureños, rodeados de una atmósfera en común; animales, detalles naturales, retratos, textos y dibujos, los cuales nos inducen a abrir nuestra imaginación y descifrar aquellos sueños interpretados por la autora. Además, Loreto menciona en el texto de su catálogo la gran importancia emocional de su vinculación con el territorio, el cual ha vivido grandes transformaciones y guarda una significativa historia familiar. “Hay una esencia en mi memoria olfativa que es imborrable. Oscila entre el fango y la tierra. Es el río. Mi sentido más sensible para recordarlo es a través de su aroma. Mis manos lo vuelven a explorar sutilmente. Mis oídos se pierden en su quietud. Mis ojos son testigos de su transformación”.
El catálogo, financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y Las Artes / Fondart Nacional/ Convocatoria 2020, está compuesto por más de treinta fotografías realizadas con cámara análoga, las cuales están acompañadas por algunos dibujos y fragmentos expresados por Rosa.
“Este trabajo intenta hacernos reflexionar sobre la carga emocional que subsiste en una persona invidente que se desenvuelve en un mundo que puede resultar la mayoría de las veces inhóspito y desconocido. En Chile se estima que hay cerca de 80.000 personas ciegas, quienes sufren a diario una inconmensurable discriminación social y una notoria falta de oportunidades en el desarrollo humano. En zonas rurales, la inserción a personas con discapacidad es aún menor, provocando que el refugio más seguro sean sus hogares.
BioBioChile conversó con Loreto Vergara sobre Rosa, su último proyecto fotográfico
P: La condición de vejez de tu abuela Rosa en un entorno rural ¿En qué ámbitos ha dificultado su vida con ceguera? ¿Recibe algún tipo de apoyo por su situación de discapacidad?
En todos los ámbitos. Rosa, antes de la ceguera, vivía su vida como cualquier mujer campesina. Amante de la cocina, le gustaba rutinariamente recorrer su territorio, visitar a sus 11 hijas e hijos que viven en diferentes ciudades, dialogar con sus vecinas y vecinos.
Desde ese día, después de su última operación, todas estas actividades quedaron en los recuerdos. Su vida se vio postergada, se sintió excluida de la sociedad, con miedos y un duelo permanente. Su morada le permitió cobijarse, la cual volvió a conocer perfectamente gracias al tacto.
Lamentablemente, en muchos casos esta realidad de discapacidad es un impedimento para salir al mundo, involucrarse y desenvolverse; las escasas oportunidades hacen que las personas ciegas se mantengan al margen de la sociedad por miedo a no comprender lo que perciban y ser segregados/as. Rosa, no recibe ningún apoyo estatal por su situación de discapacidad. El único apoyo es el familiar.
P: ¿Cómo surge la idea de hacer un ensayo fotográfico a partir de su vida?
Vivo en Santiago, veo a mi abuela anualmente, pero por periodos cortos. Sentía la necesidad de pasar más tiempo con ella y tenía esa inquietud de crear algo en torno a lo que me dedico, la fotografía.
El tema central siempre fue indagar en su intimidad y memoria. Desde un inicio aspiré a narrar un viaje hacia aquello que escapa a la percepción de mi abuela: lo visual.
A partir de sus relatos orales sobre sus recuerdos, sobre sus sueños y realidad actual, se comenzó a articular esta historia narrativa.
P: En el texto señalas que sus sueños cobran más relevancia hace 13 años, pero antes de la ceguera: ¿Sus sueños eran diferentes? ¿Se atrevía a soñar?
Mi abuela tiene una conexión inexplicable con los sueños. Estos siempre han sido muy recurrentes. Incluso, hay algunos que ocurrieron hace más de diez años y los recuerda como haberlo soñado ayer. Siempre le ha gustado soñar y contarlos a penas se despierta. Se pregunta muchas cosas.
Sus sueños se han incrementado desde que perdió la visión. Ahora se ha vuelto recurrente el volver a recuperar su visión.
Rosa, posee una perdurable y clara memoria sobre su historia y vincula a diario sus sueños recurrentes actuales con su pasado.
P: Los dibujos de la muestra se señala que son de su autoría. ¿Cómo se realizó ese proceso creativo?
Desde que Rosa perdió la visión se modificó toda su rutina. Ella nunca más volvió a manipular un lápiz más que para firmar.
Aquella idea fue muy instintiva, primero practicamos su nombre. Después le di la idea de dibujar lo que quisiera, dejando fluir el lápiz en su mano. Me dijo que dibujaría a su nieto, mi primo Bryan, con quien convive y quién dedica su tiempo solo a ella. Practicamos y había momentos en que yo le ayudaba a orientar la punta del lápiz para continuar con su idea.
P: La muestra además hace ahínco en las transformaciones que ha vivido el territorio donde se desarrolla su vida. Sin embargo, estas transformaciones se vienen dando desde antes de su invidencia. ¿Tu abuela cómo percibe este cambio en el territorio?
Mi abuela percibe estos cambios a través del sonido. Si bien sus salidas son escasas, percibe que, por ejemplo, los pájaros se han extinguido porque no visitan su ventana como lo hacían antes. Por otro lado, el río, su sonido lo percibe más suave a causa de la crisis hídrica; el agua la aprecia con otros aromas por su contaminación. Su jardín lo vuelve a descubrir al tocar sus plantas, ya nadie se preocupa de cuidarlo. Ella se da cuenta de que aquellas flores que tanto cuidó, hoy están secas y muertas.
Puedes acceder al proyecto fotográfico en este enlace al sitio web de la artista.