El segundo día del festival Portillo tuvo nuevamente las 10 clases a los 52 estudiantes becados y junto a ello las clases magistrales donde esta vez estuvieron: Beatrice Ovalle, Flauta de la Orquesta Filarmónica de Santiago,; Federico Curti, Oboe Solista de la Orquesta Filarmónica de Montevideo, ambos profesores estables del festival. Se sumaron también la violinista Kim Kaloyanides Kennedy, concertino de la Orquesta Sinfónica de Detroit y desde Finlandia Vivian Sunnarvik, cellista.
Por la tarde el programa mostró concretamente “cómo la música está al servicio de la humanidad”: comenzando con Pepe Olmedo quien lidera un proyecto en España que se llama “Música para Despertar” y que trabajan con personas con Alzheimer o algún tipo de demencia. Actualmente en el mundo existen casi 50 millones de personas con demencia y se sabe que si no hay descubrimientos sustantivos para el 2030 la cifra se elevará a casi 80 millones.
Pepe Olmedo mostró el valor de la música y sobre todo aquella música que para los enfermos de demencia fue importante en algún momento de sus vidas, porque las últimas áreas en desaparecer en el cerebro herido por el Alzheimer están las encargadas de la memoria musical y la capacidad de sentir emociones. Pepe Olmedo mostró muchos videos de la experiencia que ellos están teniendo con la música y como esto impacta positivamente en el bienestar de los pacientes y en muchos casos puede disminuir el avance de la enfermedad.
Más de la programación
Alejandra Urrutia, directora artística y musical del festival dialogó con el violista chileno y actual Presidente y CEO de Curtis Institute of Music -que es una de las escuelas más prestigiosas del mundo- Roberto Díaz, sobre “cómo el ecosistema musical eleva la vara de la excelencia” y al final de la conversación el mensaje de Roberto para los estudiantes del festival fue “Nunca dejen pasar una oportunidad de aprender algo nuevo”. Mencionó durante su conversación que a los alumnos que llegan a estudiar a Curtis, él les pide que no sólo conozcan el Curtis Institute, sino que también se nutran de todo lo que Filadelfia tiene para ofrecer, porque de alguna manera eso moldea al artista.
La última conversación fue de Caroline Ward, profesora de liderazgo y ciaching del festival con Maria Claudia Parias, Presidenta de Fundación Batuta de Colombia quienes trabajan por el desarrollo integral y la mejora de la calidad de vida de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en zonas vulnerables, quien compartió de manera muy inspiradora cómo la música ha servido también en el proceso de pacificación de Colombia y la importancia que estos grandes talentos musicales entiendan que el don que tienen debe ir acompañado de un proceso de reflexión y auto-consciencia de manera que ese “don” esté al servicio de la sociedad.
El festival finalizó con los Conciertos de la Tarde, oportunidad en la que se presentó Eugenio Urrutia-Borlando, quien comenzó con la obra Waldesrauschen (“Murmullos del bosque”) para piano de Franz Liszt, para luego darle la pasada a los profesores de vientos del festival: Beatrice Ovalle, Flauta (Chile); Federico Curti, Oboe (Uruguay); Pedro Salcedo, Fagot y Gabriel Betancur, Corno Francés ambos de Colombia y finalizó el quinteto de vientos argentino “Blansarme” quienes fueron estudiantes de la versión pasada del festival Portillo.
Continúa Festival Internacional de Música Portillo
Para el tercer día se realizaron nuevamente clases, diálogos y conversaciones y siempre conciertos al atardecer. Y durante el día las clases de yoga donde el profesor del festival, Juan Pablo Jara, invita a los estudiantes y comunidad en general a volverse consciente del cuerpo, “esto es una base importante para la creación de un artista para mantenerse saludable y feliz”, señaló. Por otro lado, Caroline Ward invitando a los estudiantes a tener presencia en la vida y en el escenario, “ya que la presencia te vuelve memorable”:
El festival se está transmitiendo en español e inglés y es totalmente gratuito y seguirá hasta el domingo 24 de enero. Si quieres ser parte, puedes inscribirte en este enlace.