La película Tengo Miedo Torero se ha convertido en un suceso en la cartelera nacional, agotando sus dos primeras preventas en tiempo récord.
Por estos días la cinta chilena es exhibida en el Festival de Venecia, en dónde compite con otros 9 filmes en la sección paralela e independiente “Le Giornate degli Autori” (Las Jornadas de los Autores).
Se trata de una adaptación cinematográfica de la novela homónima del fallecido escritor y cronista Pedro Lemebel, y que cuenta con Rodrigo Sepúlveda Urzúa como director.
En la trama, Alfredo Castro encarna a la Loca del Frente, una vieja y pobre travesti que luego de enamorarse de un guerrillero se ve involucrada en una arriesgada operación clandestina en plena dictadura de Augusto Pinochet.
En conversación con La Radio, el destacado actor nacional comentó sus impresiones en torno al legado de Lemebel y su obra Tengo Miedo Torero, producción que ha generado bastantes expectativas.
“Pedro Lemebel fue un luchador por los derechos de la comunidad LGBTQ+ durante muchos años. Fue una persona que escribió crónicas sobre todos los marginados, la gente más vulnerable de este país. Y la gente le está devolviendo la mano a Pedro Lemebel. Sin duda es su escritura, su obra la que está llamando a la gente a ver la película”, comenzó señalando.
Castro señaló que su llegada al proyecto se gestó hace 15 años, cuando fue invitado por el propio escritor a un bar en Lastarria.
“Me dijo: ‘tienes que hacer la Loca del Frente, ese papel es para ti, y lo vas a hacer tú’. Yo me sentí súper honrado y feliz. Nos tomamos unos pisco sour, conversamos, nos reímos y ahí quedó. Pasaron 15 años y la película no se hizo nunca, porque vencieron los derechos, en fin, no se pudo hacer hasta que la tomó Rodrigo Sepúlveda y finalmente se hizo, el año pasado en julio”, sostuvo.
En tanto, el actor explicó cómo fue que comenzó a involucrarse con su papel. “Pedro la describe en las primeras páginas de la novela como una vieja fea, flaca, sin dientes, con poco pelo, muy pobre y vulnerable. Y yo, con esa descripción, comencé a trabajar con Rodrigo Sepúlveda, con el maquillador, con las chicas de vestuario, y armamos finalmente la pinta de lo que Pedro pensaba que era la loca del frente. Eso fue su aspecto físico”, indicó.
“Y dentro de la película vamos a ver a varias Locas del Frente, porque una es la loca glamorosa, que va al picnic, que va a la playa, que se viste y se peina, otra es la loca que se levanta en las mañanas con la caña, otra es la loca que va a dejar sus manteles al barrio alto y se viste de hombre, en fin”, puntualizó.
“Son varios personajes en uno, lo que hace muy atractiva la historia y es una novela de amor, como la describió el propio Pedro Lemebel. Es una novela rosa, una historia de amor súper potente y también muy política, que es lo más interesante de la novela”, detalló.
Por su parte, Castro habló sobre el contexto en que se sitúa la cinta, y sobre cuanto realmente ha cambiado hasta hoy en día.
“La película está ambientada en un momento en que la homosexualidad era penada por la ley, entonces por eso el valor es tan grande de Pedro Lemebel. Porque en este momento es supuestamente legal, pero sin embargo hace cuatro semanas torturaron a un chico gay por cinco horas, un grupo de hombres homofóbicos, zorrones homofóbicos”, mencionó.
“Entonces el país ha cambiado no sé hasta donde. Yo desconfío mucho de esos cambios en la sociedad misma, toman su tiempo. Pero que en este momento la Loca del Frente sea el símbolo de esa represión, el símbolo de esa liberación, me parece súper lindo y contingente. Habla muy bien de Pedro”, enfatizó.
“Toda la gente joven que está luchando por sus derechos, el derecho a amarse en libertad y tranquilamente… fue Pedro quien abrió ese camino, entonces es mayor el orgullo”, concluyó.