A Raúl Ruiz, cineasta nacido en Puerto Montt y fallecido en París en 2011, a los 70 años de edad, le gustaba llevar la cuenta de las películas que había dirigido. Según comentaba, eran más de 120, entre cortos, largometrajes y películas inacabadas, rodadas en Chile, Portugal, Francia, Italia e incluso Taiwán.
Sin embargo, pese a tratarse de una obra tan prolífica, los filmes de Ruiz han resultado siempre muy difíciles de ver. Mientras él vivía, muchas de sus películas se estrenaron solamente en París, y a veces en una sola sala de cine. Hoy, en plena época digital, sus filmes no están en las plataformas de streaming y apenas algunos se pueden ver, por ejemplo, en la web de Onda Media.
Por eso ha sido muy bien recibida la iniciativa de la Cinemateca Francesa de subir a su plataforma digital cinco largometrajes de Ruiz, en magníficas copias restauradas que hacen brillar las imágenes llenas de ensoñación del cineasta chileno.
Estas películas son “Tres tristes tigres” (1968), obra fundamental en su carrera y en el cine chileno; “Diálogo de exiliados” (1974), su primera cinta realizada en Francia, “El techo de la ballena” (1982), una de sus películas más difíciles de encontrar; “Berenice” (1983) y “La recta provincia” (2007), que Ruiz realizó para TVN como serie y que también tuvo una versión de largometraje.
Desde París, Francia, el director de la Cinemateca Francesa, Frédéric Bonnaud, habló con La Radio sobre esta posibilidad que la institución gala (que es el archivo fílmico más importante del mundo) ofrece de que estos títulos de Ruiz lleguen, en forma gratuita, a todos los rincones del planeta.
– ¿Por qué el cine de Raúl Ruiz sigue siendo tan atractivo para el público cinéfilo, en especial el público francés?
-Yo creo que para nosotros, los franceses, el cine de Raúl Ruiz ha sido muy importante porque es el más alejado posible del promedio del cine francés. Es decir, Ruiz es alguien que miraba la realidad francesa, o la realidad europea, con un ojo de cineasta que nosotros no conocíamos en lo absoluto. Globalmente, y a pesar de autores como Jean Cocteau y Georges Franju, el cine francés es realista, a menudo naturalista; es la tradición francesa, el realismo y el naturalismo cinematográfico. Y los filmes de Ruiz están construidos contra eso, o mejor dicho, en la ausencia total de ese tipo de preocupaciones; son películas que no se preocupan en absoluto del realismo ni del naturalismo.
Entonces cuando descubrimos en Francia los filmes de Raúl, en los años 80 del siglo pasado, nos parecieron fascinantes y muy extraños.
– Usted, como periodista y director de importantes medios franceses, conoció bastante a Ruiz….
– En lo personal, lo entrevisté muchas veces. Raúl Ruiz era un formidable entrevistado. Era alguien que te fascinaba con su discurso, con las historias que contaba, y también con su humor. Recuerdo muy bien que, cuando yo era redactor en la revista “Los inrockuptibles”, tuve que transcribir una entrevista que le había hecho a Raúl y me acuerdo de que me costó un gran esfuerzo transcribirla, porque durante la entrevista me había reído mucho y mi risa estaba grabada a cada rato en el audio. Y al transcribirla, me reía más aún.
Lo entrevisté, conversé mucho con él, almorcé y cené con él, y por supuesto en los festivales me encontré mucho con él. Y siempre era un inmenso placer compartir con él, porque Ruiz -que era un cineasta importante- no se comportaba como tal. Él no jugaba nunca ese rol ni tenía nada de esa teatralidad, entonces era extremadamente agradable tratarlo.
– ¿Qué significa para la Cinemateca Francesa poner en línea, a nivel global, esos cinco filmes de Raúl Ruiz?
– Estoy particularmente contento de que en la plataforma digital gratuita de la Cinémathèque (que nosotros hemos denominado “Henri”, en homenaje por supuesto a Henri Langlois, nuestro fundador) hoy podamos encontrar cinco largometrajes de Raúl Ruiz, que muestran prácticamente todo el espectro temporal de su obra.
Hay filmes de sus comienzos en Chile, como “Tres tristes tigres” (1968), hasta “La recta provincia” (2007), que es una de sus últimas películas, producto de una serie grabada en video.
La obra prolífica de Raúl Ruiz está bien representada con estos cinco filmes. Una de las cosas más importantes que hemos hecho en la Cinémathèque (y estamos orgullosos de ello) es haber digitalizado un cierto número de filmes de Ruiz para que estos estén disponibles al más amplio público. Y que estas películas sean vistas ahora en todo el mundo, incluido Chile, a través de la plataforma “Henri” nos provoca mucho placer y alegría.
En un mundo ideal habría sido necesario que un filme francés, muy francés, como “Berenice”, adaptación de la obra de Racine, que Ruiz realizó con una magnífica actriz francesa que se llama Anne Alvaro, hubiera estado subtitulado al español. Pero no tuvimos el tiempo de hacer eso dada la premura con que pusimos las películas de Raúl en línea.
– Usted comenzó su labor como director de la Cinemateca Francesa prácticamente con la gran retrospectiva dedicada a Raúl Ruiz, donde se exhibieron 75 filmes del cineasta chileno.
– Sí, cuando yo llegué a la Cinémathèque Francaise, hace cuatro años, una de las primeras cosas que hice fue presentar una retrospectiva integral de los filmes de Raúl Ruiz (inaugurada el 30 de marzo de 2016).
Evidentemente esto estaba programado con mucha anticipación, pero lo que es curioso respecto a esa retrospectiva era que yo estaba triste porque Raúl ya no estaba entre nosotros y sin embargo, en revancha, me divertía pensar que hacer una ‘retrospectiva integral’ de sus películas era algo absolutamente imposible, dado que él hizo tal cantidad de filmes, incluso más que Fassbinder, que quizás ni el mismo Raúl sabía cuantas películas había realizado y, sobre todo, dónde estaban esos filmes. Entonces había algo profundamente ruiciano en intentar hacer una muestra integral de los filmes de Raúl Ruiz. Creo que nunca nadie encontrará todos los filmes que Raúl hizo.