Cuatro mujeres del colectivo feminista LasTesis, del puerto chileno de Valparaíso, prepararon una performance con el perfil bajo y local que caracteriza a estos grupos artísticos, sin imaginar jamás que su baile con un potente mensaje contra la violencia machista tendría un eco masivo en Francia, Turquía y Barcelona.
Mirando de frente, en filas y con voz firme, decenas de miles de mujeres han replicado esta canción escrita en español que empezó su recorrido mundial impulsado por los videos que desde las redes sociales empezaron a viralizarse el 20 de noviembre, cuando se presentaron en las calles de Valparaíso, a 120 km de Santiago, adonde cinco días después traerían su intervención en el marco de manifestaciones por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
En menos de 48 horas, Un violador en tu camino se había adaptado al francés y se representaba en las calles en Londres, Bogotá, Buenos Aires o Ciudad de México en un desafío claro y pacífico a la cultura machista. En redes sociales su estribillo también sirvió para que miles de mujeres revelaran sus propias historias de abusos:
“Y la culpa no era mía (tenía 5 años), ni dónde estaba (en la escuela) ni cómo vestía (uniforme)… el violador eres tú”, escribió en un tuit una de las tantas mujeres que contó su drama con un tema que también plantea que “el patriarcado es un juez que nos castiga por nacer y nuestro castigo es la violencia que no ves”.
LasTesis prepararon esta intervención como una obra mayor dentro de una intervención artística sobre la violación y resolvieron adelantar su estreno después de las denuncias de abuso policial hacia mujeres en el marco de las protestas sociales que estallaron en Chile el 18 de octubre.
“Esta canción deriva y se transforma en esta performance a partir de un llamado que hacen distintas artistas escénicas y escénicos de Valparaíso de generar intervenciones en las calles”, explicó el colectivo en una declaración publicada este jueves en el semanario chileno The Clinic.
Casi dos semanas después de su estreno, sus creadoras están sorprendidas por el impacto mundial de su propuesta pero no por la forma en que se transformó en un mensaje universal.
“Al parecer, mundialmente percibimos las mismas sensaciones por sobre nuestros cuerpos y experiencias de vida y finalmente esto se transforma como en un gran canto”, agregó el grupo compuesto por las artistas Sibila Sotomayor y Dafne Valdés, la diseñadora Paula Cometa y la vestuarista Lea Cáceres, todas de 31 años.
Trabajar y resistir desde el arte
Las cuatro conforman lo que ellas definen como “un colectivo interdisciplinario de mujeres que a través de performances abordan las problemáticas de género desde una perspectiva feminista”. Una de sus primeras obras tomó como base a la autora estadounidense Silvia Federici y ahora trabajaban en una segunda performance basada en autoras feministas sudamericanas, como la argentina Rita Segato.
“Somos cuatro personas que trabajamos y resistimos desde el arte en un país donde la gran mayoría de sus trabajadores se encuentran precarizados”, explicaron este miércoles en un mensaje en Instagram, el primero desde que saltaron a la fama.
“Nuestro trabajo se basa puramente en la autogestión y convicción y subsistimos como trabajadoras independientes y docentes”, agregaron, tras descartar que las financie alguien. “Sabemos que a muchos les resulte muy difícil sino imposible entender que alguien pueda trabajar sin ganar ni un peso, pero eso es nuestra realidad”.
Ola devastadora de demandas
Convocadas por las redes sociales, a través de la consigna “LasTesisSenior”, miles de mujeres, en su mayoría de más de 40 años, volvieron a reunirse la tarde del miércoles en Santiago para hacer la coreografía.
Vestidas de negro, la mayoría con los ojos vendados y pañuelos rojos o verdes al cuello, comenzaron a organizarse para reunirse afuera del estadio Nacional a principios de semana a través de las redes sociales, siguiendo el impulso de las mujeres más jóvenes que iniciaron la rebelión.
“Se escucharon gritos entre medio, fuera de la intervención, alusivos a experiencias propias y eso es muy impactante”, relató a la AFP Jacqueline Saintard, una economista de 66 años, que participó de la performance que reunió a unas 10.000 personas en Santiago, según la Intendencia.
Como un gran grito de desahogo, a partir de su intervención artística se multiplican las confesiones públicas de abusos, que dan cuenta de la extensión de la violencia machista.
“Es devastador ver que las problemáticas que se tratan en esta canción siguen aún siendo transversales a nivel social, aquí y un poco en todos lados”, indicaron LasTesis en su declaración escrita, abrumadas por la atención mediática que viven estos días.