A cuatro días de su arribo a la cartelera local, la película Guasón es debate obligado entre los habituales del cine. Si bien la crítica ha sido favorable desde su debut en el Festival de Venecia (donde ganó el León de Oro este año), ya hay voces disidentes al respecto.
Una de ellas fue la del escritor y cineasta Alberto Fuguet, quien a través de un artículo publicado en el portal Culto manifestó su rechazo al filme protagonizado por Joaquin Phoenix.
“Nunca hay que ver obras maestras antes de enfrentarse a impostores”, adelanta el autor de Mala Onda en alusión a El Rey de la Comedia de Martin Scorsese, una de las influencias de Guasón, el mejor estreno en la historia de Warner Bros. Pictures.
“Phillips desea hacer ópera y desafina. Para estar tan obsesionado con el cine de los 70s, es raro que no haya sido capaz de darse cuenta que todas esas cintas por las que profesa tanta admiración (la cinta bebe, como ya se sabe, de los filmes de Scorsese de los 70s) no fueron rodadas pensando en ser obras maestras o la palabra definitiva sino que eran intentos, acercamientos, apuestas”, argumenta.
Para Fuguet, la disyuntiva entre pararse de la butaca o seguir viendo la película fue una tentación permanente. “Guasón parece una gran apuesta, un filme jugado, osado, oscuro, arrebatador, pero es una franquicia ultra apoyada por Warner Bros (lindo el logo viejo pero no todo gesto retro vale en sí mismo) que dice correr riesgos pero que corre pocos”, escribió.
Según el cineasta, el nuevo giro creativo de Todd Phillips (director de películas de entretenimiento, como Qué pasó ayer 2 o War Dogs), resulta “desesperado, solemne, autista y predecible”.
“Guasón intenta usar los códigos del cine de autor pero no tiene un autor detrás sino solamente a un actor sobregirado. Lo más demente de la cinta es su arribismo por ser lo que no es (tanta cita no te hace al autor que admiras) y su deseo desesperado por tenerlo todo: premios, respeto, credibilidad, fama, prensa, polémica, taquilla, arrastre global, etc”, agrega.
El protagonista de la cinta tampoco quedó fuera del análisis: “(La película es) incoherente y descontrolada pero no posee ritmo, que es lo que Hollywood más saber hacer (…). Por suerte me quedé sentado y atento mirando las contorsiones, tics, muecas y súplicas de cariño de un agotador Joaquin Phoenix descontrolado, sin dirección, actuando para la platea alta (esta es una de esas actuaciones donde todo es actuación y máscara y show y costillas a la vista)”.
“Joaquin Phoenix sabe lo que está haciendo y le da con los mismos tics y con hacer pasos de ballet poéticos hasta quebrar la paciencia de los más fanáticos. Hasta cita a Patch Adams. Logra ensuciar la palabra método y su propio apellido (lo logró: ahora es el Hamlet de la Generación Like)”, agrega.
Contrapunto
Una opinión muy distinta tuvo Michael Moore, célebre documentalista estadounidense de Bowling for Columbine y Fahrenheit 9/11, entre otras, quien definió a Guasón como “una obra maestra cinematográfica”.
A través de redes sociales, el director profundizó en el filme y las ideas que le evocó: “Todo lo que los estadounidenses hemos escuchado sobre esta película es que deberíamos temerle y mantenernos alejados. Nos han dicho que es violenta y enferma y moralmente corrupta, un incentivo y celebración del asesinato”, escribió Moore.
Para el autor, esto esconde una paradoja: “Nuestro país está en una profunda desesperación, nuestra constitución está en pedazos, un maleante maníaco de Queens tiene acceso a códigos nucleares -pero por alguna razón, esta es una película a la cual debiéramos temerle”.
Sin embargo, aclara: “El mayor peligro para la sociedad sería si tú no vas a ver esta película”.
De acuerdo a su análisis, la historia y los problemas que plantea Guasón “son tan profundos, tan necesarios, que si apartas la mirada de la genialidad de esta obra te perderás el espejo que se nos está ofreciendo. Sí, hay un perturbador payaso en el espejo, pero él no está sólo -nosotros estamos justo al lado de él“.
Fiel a su estilo, también hizo un paralelo entre la historia del villano y la política estadounidense actual: “Esta cinta no es sobre Trump. Es sobre el Estados Unidos que nos dio a Trump -el Estados Unidos que no siente ninguna necesidad de ayudar al marginado, al indigente. El Estados Unidos donde los ricos asquerosos se hacen más ricos y más asquerosos”, dijo.