El japonés Arata Isozaki, cuyo trabajo muestra influencias tanto de Oriente como de Occidente, fue elegido el martes ganador del prestigioso premio Pritzker, considerado el equivalente al Premio Nobel de arquitectura.
Con 87 años, Isozaki ha diseñado edificios con muy diferentes destinos y funciones, desde el enorme arena cubierto Palau Sant Jordi para los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 hasta el Museum of Contemporary Art (MOCA) de Los Ángeles (1986) y el National Convention Center de Catar (2011), entre muchos otros.
El galardón le será entregado en mayo en una ceremonia en París cuya fecha exacta no ha sido divulgada, según un comunicado publicado el martes.
Arata Isozaki, el octavo japonés en recibir este galardón desde su creación en 1979, es considerado uno de los primeros arquitectos de ese país en volver la mirada a Occidente, especialmente como resultado de numerosas giras de estudios.
“Isozaki ha sido un pionero en su comprensión de que la arquitectura es al mismo tiempo global y local, que estas dos fuerzas son parte del mismo desafío”, declaró el presidente del jurado del Premio Pritzker, Stephen Breyer, citado en el comunicado.
El arquitecto ha llevado a cabo proyectos en cuatro continentes, desde centros deportivos hasta edificios de oficinas y museos.
Además de por su cosmopolitismo, Arata Isozaki es conocido por tratar de no ser identificado con un estilo definido y, por el contrario, inclinarse por integrar su arquitectura a los lugares donde se han construido sus obras.
“Mi placer es crear cosas diferentes, no repetir lo mismo”, explicó en noviembre de 2017 al sitio ArchDaily. Arata Isozaki sucede al indio Balkrishna Doshi, premiado el año pasado a la edad de 90 años.