Ayer se confirmó que “Una mujer fantástica“, la película de Sebastián Lelio protagonizada por la actriz transexual Daniela Vega, será la candidata chilena a los premios Óscar y Goya, dos de las competencias más importantes del circuito cinematográfico mundial.
Desde Toronto, donde el filme está siendo exhibido en el marco del festival de cine de dicha ciudad, el cineasta local habló con La Radio sobre la recepción internacional de su película, de las competencias que va a afrontar, de “Desobediencia“, su nueva producción que debutó en la cita canadiense y del remake de “Gloria”, que tendrá a Julianne Moore en el rol protagónico.
(Pregunta): ¿Cómo recibiste la noticia de la nominación?
(Respuesta): Con una alegría súper grande. Es emocionante, un honor que me está dando la gente que trabaja en medios, que hayan considerado que nuestra película es la mejor representante. Es una alegría, y estamos muy entusiasmados porque además la película está pisando fuerte en Estadios Unidos y ahora en Toronto, con mucha presencia y generando mucho entusiasmo.
(P): ¿Cómo fue la recepción del publico chileno?
(R): Creo que la película encontró su público y que trascendió lo cinematográfico. De alguna manera la figura de Daniela presente en la película y su temática se instaló en la conversación social. No es que no existiera previamente, pero le ayudó a avanzar en la conversación de los derechos individuales, en los temas de legitimidad, que son temas contemporáneos y desafíos que está pasando la sociedad chilena en su conjunto: qué relaciones son legitimas o no, quién determina eso y con qué autoridad lo hace.
(P): Se habla de Daniela como una posible candidata al Óscar. ¿Cuánto puede influir que sea una actriz transexual?
(R): Es súper difícil hacer un pronóstico con los premios, porque son tantos los factores que tienen que coincidir que es difícil hablar en serio al respecto. Pero creo que hay un entusiasmo súper fuerte con la película. Sony esta detrás y eso significa que van a hacer una campaña real por ella. Ellos están entusiasmados en ir observando cómo se va desarrollando la película acá y eventualmente apoyar una candidatura de Daniela, pero es algo a lo que estamos preparados para reaccionar.
Hay un factor que tiene que ver con los tiempos que corren, que es un factor que entra en el juego. Es muy potente cuando el cine rebalsa al cine y entra en el tejido social, entonces yo no tengo ninguna complicación al respecto. Me parece alucinante que la película se sobrepase a sí misma y entre a la conversación publica, dándole notoriedad a Daniela, que Chile la nomine como su representante o, si todos los factores se reúnen, que acceda a una nominación. Nosotros vamos siguiendo la película por donde nos lleve. Hasta el momento, ha sido súper generosa con nosotros, no esperábamos que fuera tan potente. Donde vaya, iremos nosotros acompañándola.
(P): “Desobediencia” será tu primer trabajo en inglés. ¿Cómo ha sido afrontar este desafío?
(R): Como en todas las películas, es difícil siempre. Es un desafió a otra escala, en otro contexto. Me siento muy afortunado de haber podido trabajar con la categoría de los actores que están ahí. Y haber podido explorar un mundo tan inaccesible como el mundo de los barrios judíos ortodoxos del norte de Londres, que es donde sucede la película. Ayer fue el estreno mundial acá en Toronto y fue súper potente. La película está siendo recién descubierta y hay muchísimo entusiasmo. Es en potencia “Una mujer fantástica” y hay una sinergia muy loca y potente (entre ellas). Y yo estoy en medio de este torbellino.
(P):¿Cómo fue trabajar con actrices de renombre como Rachel McAdams y Rachel Weisz?
(R): Fue un lujo, son intérpretes de primer nivel, entonces la riqueza de la interpretación es tan grande que se trata de hilar fino cada vez más. Me sentí muy acogido y pudimos desarrollar un ambiente muy familiar e inspirado. El cine es un solo territorio, el cine ocurre entre la cámara y los personajes, y fue importante descubrir que eso es inalienable; eso es esencial al cine.
(P): Es una película que otra vez está relacionada a los temas de sexualidad. ¿Por qué abordaste esta temática?
Me sentí atraído por esta mujer (el personaje de Rachel Weisz), que tiene que volver al barrio desde huyó después que se entera que su padre ha muerto. Ella es la princesa de ese lugar, porque el padre fue la máxima autoridad espiritual de esa comunidad. Ella vuelve donde huyó y en esos días, de ritos fúnebres, se reencuentra con su antiguo amor y no puede evitarlo. Esa historia humana me pareció muy cercana. Me recordó a “La sagrada familia”. Sentí una conexión intima con la historia humana que estaba ocurriendo allí. El contexto es distinto. Es alucinante tener que prepararse para entender cómo funciona un mundo tan secreto como el mundo de la ortodoxia.
(P): ¿Cómo te sientes en este momento? ¿Cómo lo definirías?
(R): Estoy muy contento, muy cansado, pero también estoy muy emocionado con lo que está pasando, y sobretodo con ser testigo de cómo ambas películas están siendo tan bien entendidas y recibidas, con tanto entusiasmo. Ese es el mejor premio para un cineasta. Es muy emocionante lo que está pasando y que sea doble lo hace un poco confuso, pero también doblemente emocionante.
(P): ¿Cómo ha sido la relación con Julianne Moore?
(R): Estamos un poco silenciosos con la película con Julianne Moore, por cábala. Hasta que no se empiece a filmar preferimos ser más discretos. Pero deberíamos estar empezando a grabar antes de fin de año, y todo está siendo bien encaminado, toco madera para que eso fluya, pero hasta el momento ha sido una relación de mucho entusiasmo porque es un desafío artístico para ambos.
(P): ¿Por qué crees que se interesó en este proyecto?
(R): La verdad me costaría hablar por ella. Sólo te puedo decir que ella amó la película y su primer acercamiento fue desde ese lugar, por su admiración por lo que la película es, por los personajes, pero es más bien una pregunta para ella.