El presidente francés, François Hollande, reafirmó su voluntad de sacar adelante la reforma laboral en el país, a pesar de la intensificación de las protestas contra esta medida.
“Mantengo mi posición porque pienso que es una buena reforma y que debemos avanzar hacia su adopción”, dijo este viernes en rueda de prensa el líder socialista al término de la cumbre del G7 en Japón.
Ante las protestas, la prioridad del Elíseo es “hacer todo lo posible para garantizar el suministro de combustible de los consumidores, garantizar los servicios públicos esenciales y permitir el transporte de todos y el buen funcionamiento de la economía”, añadió Hollande.
Aún no es tarde para “discutir”
“Hemos tomado todas las medidas necesarias, y continuaremos haciéndolo, siempre dentro del respeto a las libertades, pero también hay que tener en cuenta la importancia de la libre circulación”, destacó el presidente francés.
Añadió que aún existe la posibilidad de “discutir” con los agentes sociales durante el proceso legislativo de la reforma, y a pesar de que los sindicatos han hecho una llamada a intensificar las movilizaciones, cuando ya se cumplen ocho días de protestas.
Hollande defendió mantener el artículo 2 del proyecto legislativo, que modifica la legislación laboral para dar prioridad a los acuerdos que se negocien en las empresas sobre los convenios colectivos. “Este punto y la filosofía esencial del texto debe ser mantenido” afirmó el presidente francés, quien recalcó que se trata de una reforma “de carácter progresista”.