El republicano Donald Trump, que este miércoles hacía campaña en uno de los estados con mayor población hispana de Estados Unidos, California, redobló las denuncias contra los inmigrantes ilegales, aunque aseguró que “los mexicanos” votarían por él en las presidenciales.
Sin romper con el tema emblemático de su candidatura, Trump hizo rugir a miles de partidarios con su promesa de construir un muro en la frontera con México. ¿Y quién pagará el muro?, preguntó.
“¡México!”, respondieron a coro sus seguidores en Anaheim, cerca de Los Angeles, un estribillo coreado en sus mítines en todo el país.
“Los mexicanos son extraordinarios, votarán por mí como nunca antes. Los que están aquí legalmente”, afirmó Trump, a pesar de que los sondeos muestran que los hispanos apoyan en mucha mayor medida a los demócratas y a Hillary Clinton.
La inmigración es un tema candente de la política estadounidense, en particular en California, que cuenta con tantos habitantes de origen latino como blancos de origen europeo, cerca de 39% de la población.
La violencia que salpicó un mitin del multimillonario empresario el martes en Albuquerque (Nuevo México), y que terminó con varios policías heridos, no se reprodujo en esta oportunidad.
Tres personas protestaron en silencio en el lugar del mitin del miércoles, una de ellas con una simple bandera mexicana, antes de ser retiradas del lugar. Y fuera del recinto de Anaheim, unos 80 manifestantes fueron mantenidos a distancia por un fuerte dispositivo policial.
La policía intervino para separar a partidarios y detractores de Trump que se habían ido a las manos. Dos personas fueron detenidas, indicó un portavoz de la Policía local a la AFP, pero la muchedumbre se dispersó en calma.