El grupo alemán Bayer demostró este lunes que estaba dispuesto a pagar un alto precio por el estadounidense Monsanto, para crear el primer grupo mundial de pesticidas y granos transgénicos.
En la mayor oferta jamás hecha por un grupo germano, Bayer reveló que había propuesto comprar “en efectivo todas las acciones de Monsanto a 122 dólares por acción, por [un total de] 62.000 millones de dólares“.
La oferta representa un aumento de 37% de la cotización de la acción de Monsanto la víspera de la oferta, el 9 de mayo, aunque desde entonces el grupo basado en San Luis (Misuri, Estados Unidos) ha tenido una valoración importante gracias a los rumores sobre los contactos de fusión.
Bayer espera ahorrar 1.500 millones de dólares en tres años con esa operación y aumentar sus beneficios en un 5% el primer año y en al menos un 10% en los siguientes.
Pero sus accionistas no parecen convencidos por la apuesta. Hacia las 10:00 GMT (6:00 en Chile), la acción del grupo de Leverkusen caía 2,90% en la Bolsa de Fráncfort, que operaba en equilibrio.
Mala fama de Monsanto
La alianza parece desdeñar el riesgo para la imagen de Bayer, especialmente en Alemania, donde impera un fuerte recelo ante los organismos genéticamente modificados (OGM) y la práctica de patentar variedades de granos, así como ante el glifosato, el pesticida de Monsanto que funciona como principio activo del herbicida Roundup, usado en muchos de sus granos transgénicos.
Pero el presidente de Bayer, Werner Baumann, que asumió las riendas del gigante químico-farmacéutico el 1 de mayo, aseguró en una conferencia telefónica que la operación permitirá “crear una empresa líder en el sector de la agricultura, con capacidades excepcionales de innovación, en beneficio de los agricultores, de nuestro personal y de las comunidades donde estamos presentes”.
“Pensamos que podemos manejar la reputación de Monsanto (…). Sabemos que tendremos que ocuparnos de manera decidida de ese asunto”, dijo Baumann.
El ejecutivo considera que “la muy buena reputación” de Bayer puede ser el mejor antídoto contra ese riesgo, según dijo a la AFP, prometiendo “responsabilidad, transparencia y franqueza”.
Sector en fase de consolidación
La firma de biotecnología estadounidense hasta ahora no se manifestó sobre la propuesta. Cuando trascendió la existencia de contactos, se limitó a indicar que había recibido una propuesta “no solicitada” y que la estudiaría “sin la certeza” de que desemboque en un acuerdo.
Monsanto sufre de la caída de ventas de semillas transgénicas, debido a la reducción de ingresos de los agricultores y al fortalecimiento del dólar, particularmente en los países de América Latina.
También se ha visto afectado por la polémica en Europa sobre el glifosato.
La organización Greenpeace organizó el fin de semana pasado manifestaciones en varios países para exigir la prohibición de los pesticidas y los cultivos transgénicos.
La fusión Bayer-Monsanto confirmaría la consolidación del sector, con la fusión en curso entre los estadounidenses Dow Chemical y DuPont y la del suizo Syngenta con el chino ChemChina.
Syngenta había rechazado previamente avances de Monsanto.
Tras la negativa de Syngenta, Monsanto inició una amplia reestructuración que incluyó la supresión de 3.600 empleos, 16% de su plantilla, así como el cierre de plantas de producción y depreciaciones de activos.