A dos semanas de que fuera decretada la quiebra, el liquidador o síndico asumió la administración de la YMCA, procediendo al despido de todos los trabajadores y la recontratación temporal de un grupo de ellos.
Tras decretarse la liquidación forzosa o quiebra por el Tercer Juzgado Civil de Concepción, a raíz de la deuda por 2.400 millones de pesos con el Scotiabank, tomó la administración de la YMCA el síndico Javier Rotman.
Así lo informó el presidente del directorio de la corporación social, Guillermo Pérez, quien dio cuenta del papel que jugará el liquidador hasta la primera junta de acreedores.
Entre las primeras medidas adoptadas, además de incautar los bienes de la YMCA, estuvo la de desvincular a los casi 60 trabajadores de planta y 30 que se desempeñaban a honorarios, aunque alrededor de 45 fueron recontratados, explicó el presidente del sindicato, Sergio Ochoa.
Sobre el futuro de la institución tras la junta de acreedores de junio, se consultó al presidente del directorio si la YMCA podría cerrar, quien explicó que existen varias posibilidades.
Guillermo Pérez indicó que actualmente los libros contables de la YMCA están en números azules y que por lo tanto confían en salir de la quiebra, de manera de que la corporación pueda seguir sirviendo a la ciudad como lo ha hecho por los últimos 80 años.