Este miércoles Nabila Rifo debiera despertar del coma inducido al que fue sometida la madrugada del sábado, cuando sus vecinos la encontraron a sólo unos metros de su casa, brutalmente golpeada, sin sus ojos y al borde de la hipotermia.
Será la primera vez que se encuentre con sus párpados cerrados a perpetuidad, luego de la golpiza que la dejará sin poder ver el techo de la sala de la ex Posta Central, donde se encuentra internada desde este martes.
Luego de recuperar la conciencia, será desconectada de la respiración artificial y volverá a respirar por sus propios medios, comenzará a sentir los dolores en su cuerpo y también comenzará a recordar.
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Comienza así una segunda etapa en la recuperación de Nabila, la que los especialistas consideran la más dificil, que incluye someterla a cirugías de reconstrucción facial y su preparación para poder entregar su testimonio ante la justicia.
El director de la exposta, Mario Henriquez, explicó que su declaración podría darse recién la próxima semana, cuando ella esté mejor preparada sicológicamente para enfrentarse a ese momento.
Una historia que impactó a todo un país. La Presidenta Michelle Bachelet se declaró shockeada por la brutalidad con la que actuó el o los agresores, y pidió justicia para Nabila.
Y es un caso que alarma también, considerando que antes de este ataque, Nabila denunció a la policía que su pareja, Mauricio Ortega, entró al domicilio rompiendo la puerta con un hacha y amenazándola de muerte. En ese momento, el tribunal decretó medidas precautorias de prohibición de acercamiento a la víctima, las cuales quedaron sin vigencia, cuando este año ambos retomaron la relación.
El estaba obligado a asistir a unos cursos contra la violencia, medidas que para algunos son ineficientes.
El desafío según la ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Claudia Pascual, es mejorar las graduaciones con la que las instituciones públicas evalúan los casos y que haya mejor comunicación entre los organismos del estado, para prevenir que casos de violencia intrafamiliar se transformen en femicidios.
Lo mismo tendrá que explicar la ministra del Sernam ante la comisión de familia, cuando sea citada por parlamentarios de la oposición. Instancia en la que saldrán a colación los 14 casos de mujeres que han muerto a manos de sus hombres.