Una mañana agitada se ha vivido en Ancud, en la provincia de Chiloé, tras las reuniones de diferentes organizaciones y sindicatos analizando los pasos a seguir para enfrentar la grave crisis gatillada por los negativos efectos de la marea roja en la zona.
La última de ellas reunió a cerca de 500 personas provenientes de Dalcahue y Ancud en el gimnasio fiscal, en donde acordaron reforzar las restricciones en el acceso a la isla y en Ancud.
En tanto, esta tarde los ancuditanos recibirán una nueva propuesta de Gobierno, la que será analizada por los dirigentes y las bases, pero según explicó Julio Cárdenas, presidente de la mesa marea roja de Ancud, esperan que los puntos sean zanjados con el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes en Chiloé.
El malestar revolucionó los ánimos tras la cita de los pescadores, buzos, recolectores y la ciudadanía en general, quienes decidieron viajar hasta Puerto Montt a protestar y unirse a caravanas que llegaron desde otras ciudades. Así lo explicó Patricia Villarroel, vecina y campesina del sector, quien sostuvo que la solución va más allá de un bono.
Más temprano la Confederación Nacional de Trabajadores del Salmón dio a conocer que este año han sido despedidas 10 mil personas de la industria, y que debido al conflicto social que decantó en la paralización de las plantas en Chiloé, permanecen 25 mil personas sin poder trabajar, por lo que el presidente de la confederación, John Hurtado, llamó al Gobierno a entregar soluciones concretas.
Esta mañana también la Cámara de Comercio Detallista y de Turismo de Ancud estimó en un 90% las pérdidas para el sector tras los efectos derivados de la marea roja, lo que obligó al cierre de varios restaurantes y hospedajes.
El presidente de la Cámara, Gastón Cárcamo, llamó a las autoridades a entregar prontas soluciones y a impulsar proyectos postergados desde hace más de 20 años para generar nuevas fuentes de ingreso, tales como un puerto marítimo, determinar zona franca a la provincia de Chiloé, entre otros.