Kristen Stewart, a quien todos conocemos como Bella, la protagonista de la saga Crepúsculo, está desarrollando una carrera cinematográfica tan inesperada como llamativa. Porque en vez de quedarse en Hollywood y aparecer en nuevos blockbusters o cintas de superhéroes, Kristen opto por buscar el alero de los mejores cineastas de nuestro tiempo. Y eso la condujo a Europa.
Así fue como la chica que encarnó los sueños adolescentes norteamericanos llegó a protagonizar producciones independientes en Estados Unidos, como En el camino (2012), dirigida por el brasileño Walter Salles y con la que debutó en Cannes en 2012. Ahora, en la presente versión del festival, Kristen estelariza dos películas en la selección oficial: Café Society, filme de Woody Allen que inauguró el certamen, y la mucho mas arriesgada Personal Shopper, bajo la dirección del francés Olivier Assayas.
En esta última película, Kristen Stewart encarna a Maureen, una joven estadounidense que vive en París y que se dedica al “personal shopping’, oficio en el que debe elegir, conseguir y preparar la ropa para que una famosa modelo de alta costura, Kyra, se vista mientras sube a las pasarelas de Milan, Londres y otras grandes capitales europeas. En sus días vertiginosos, Maureen anda en moto por París, viaja por el día a Londres en el tren Eurostar, se pasea por grandes salones, y en un plano más privado, tiene cierta capacidad de percibir espíritus que habitan en el más allá.
De este modo, acude a visitar una casa en el campo donde parece habitar un fantasma y, efectivamente, ella lo comprueba. Lo que Maureen no había percibido, sin embargo, es que esta criatura de ultratumba es mucho mas agresiva de lo habitual, y que, luego de que ella abandone la embrujada casa, la va a acompañar por mucho tiempo.
Personal Shopper es, prácticamente, la película de una sola actriz. Todo se centra en Kristen Stewart, en su inquietud, en sus miradas, en sus recorridos por la capital francesa, en su cuerpo, en su rostro. La cámara de Olivier Assayas no se le despega ni un instante y la sigue hasta la más completa intimidad. Y ella responde con total desplante: en este filme, Kristen se muestra en topless mientras se prueba la ropa de alta costura, y se masturba acostada en la cama del amplio departamento de la modelo para la cual trabaja.
La tensión de la película se acrecienta a medida que el fantasma la acosa con mayor insistencia. En un giro que sobresalta a la protagonista, el espectro empieza a mandarle mensajes a través del celular, y mantiene con ella una larga y perturbadora conversación, ¿A qué le temes? Qué sueños prohibidos tienes?, le pregunta.
A cada minuto, el fantasma parece estar más cerca y más vigilante de los pasos de Kristen. Es una figura amenazante, que hace derivar este filme de autor hacia el terror y el escalofrío. Un vaso que se quiebra sin motivo o una cita en un elegante hotel sin que nadie aparezca, aportan la inquietud propia de un relato que busca explorar los terrenos de lo fantástico. En las funciones de prensa, más de alguien dio un salto en el asiento.
En su registro extraño (que une alta costura, glamour y terror) y sumamente contemporáneo, ‘Personal Shopper’ supone la consolidación de la apuesta artística de Kristen Stewart y un evidente paso adelante en su carrera. El personaje de Maureen la exige a fondo y ella responde a gran nivel.
El cine cuenta ya con una nueva estrella.