El profesor acusado de presuntos abusos sexuales en contra de alumnos en la localidad de Millantú, en Los Ángeles, se defendió de las acusaciones de los apoderados y señaló que sólo se debe a que hay una mala convivencia con algunos alumnos de cursos superiores.
Junto con resaltar que lleva casi 30 años de docencia y una hoja de vida intachable, el acusado salió al paso de las críticas y aseguró ser inocente de los cargos que se le imputan.
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Negó rotundamente que acompañe a los más pequeños al servicio higiénico -donde habría realizado tocaciones a menores según las denuncias- y recalcó que su labor ha sido siempre en el patio del establecimiento.
Quien también salió en su defensa fue su esposa, la que al igual que una apoderada no quiso dar su nombre y manifestó que se le ha causado un daño irreparable a él y su familia.
Según su relato, hay alumnos de sexto básico que estarían realizando tocaciones a niñas de segundo, lo cual reclamó, no se tomado en cuenta por las autoridades del colegio y el municipio.
El docente acusado dijo que estuvo 12 años trabajando en la escuela de Virquenco donde jamás tuvo una queja de sus alumnos o apoderados y decidió pedir el traslado a Millantú como una manera de no estar por mucho tiempo en un solo lugar, señaló.
Actualmente está con licencia médica por la alteración nerviosa que le ha producido este caso, dijo.
Su esposa, en tanto, indicó que si la investigación de la Fiscalía determina que su cónyuge es inocente de los cargos que se le imputan, se querellará contra los apoderados que lo han acusado de cometer abuso sexual en contra de algunos alumnos de la escuela básica F-942 de Millantú.