Las 13 personas que se mantenían en huelga seca por lo que denunciaron, ha sido una escasa ayuda del Gobierno para optar a una solución habitacional definitiva tras perderlo todo en el incendio de Valparaíso de abril de 2015, finalmente decidieron deponer la medida de presión.
Hay que recordar que esas 13 personas, que representaban a 19 familias, no fueron reconocidos como damnificados en primera instancia, lo que generó una serie de “injusticias” como lo han calificado.
Fue la misma vocera de los manifestados, Lorena Monroy, quien sostuvo que esas 19 familias son parte de 80 que no fueron consideradas como afectadas por el siniestro en primera instancia.
Una vez que así ocurrió, se les entregó un subsidio por 350 Unidades de Fomento, muy por debajo de las 700 UF que recibieron algunos siniestrados para la compra de viviendas usadas y de las 900 UF entregadas para la compra de casas nuevas.