Argentina no dispone actualmente de datos sobre inflación de alcance nacional y no los tendrá como mínimo hasta el próximo año, admitió este jueves en Washington el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay.
“No hay una medida oficial nacional, y no habrá un índice de precios al consumidor por lo menos hasta el próximo año”, manifestó el ministro durante un panel en el centro de estudios Atlantic Council, en la capital estadounidense.
El nuevo gobierno argentino declaró a fines de 2015 una “emergencia estadística”, en el marco de una radical renovación del personal en el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), responsable por la elaboración de los índices de precios al consumidor, considerados poco confiables por el mercado.
La recuperación de la capacidad del país de producir series estadísticas confiables es uno de los pasos fundamentales para recomponer la relación de Buenos Aires con órganos financieros transnacionales, en particular el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo con Prat Gay, el Indec “comenzará a publicar sus nuevos números a partir de junio de este año, e incluirá datos relativos a mayo y abril”.
Sin embargo, añadió que esos índices serán básicamente relativos a la ciudad de Buenos Aires y, en menor medida, en la zona metropolitana de la capital argentina.
En 2014 el FMI llegó a amonestar públicamente a Argentina por considerar que las estadísticas, en especial las referidas a precios al consumidor, no eran confiables.
Técnicos del gobierno argentino y del FMI alcanzaron un acuerdo por el cual Buenos Aires se comprometió a reformular sus métodos estadísticos, y en junio del año pasado la entidad financiera decidió darle a Argentina más tiempo para completar el proceso.
Prat Gay dijo también este jueves que el gobierno del presidente Mauricio Macri decidió adoptar una política de metas de inflación: “es una banda de entre 20 y 25% al año”, señaló.
La inflación ya registra un 12% en el primer trimestre en Argentina, según informes de consultoras privadas.
Prat Gay se encuentra en Washington para participar de la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).