Los padres de Ricardo Vargas Cifuentes, desaparecido desde a comienzos de febrero, asegura que el cuerpo encontrado la semana pasada en la ruta a Patagual, en Coronel, corresponde a su hijo.
El joven de 21 años vivía con su familia en la Villa Los Alcaldes de esa comuna, pero la tarde del lunes 8 de febrero, aseguran fue subido por desconocidos a un vehículo negro a pocos metros de su casa, cuando salía para cumplir con su trabajo en la pesquera Foodcorp.
Presentaron la denuncia por presunta desgracia y no hubo novedades, hasta que la semana pasada, después del hallazgo de un cuerpo en muy mal estado en Patagual, la PDI se acercó para mostrarles fotografías de las ropas, que su pareja y su padre reconocieron inmediatamente.
Para sus cercanos, los tatuajes apuntan casi con certeza a que se trata de Ricardo, pero el cuerpo permanece en el Servicio Médico Legal ante la molestia y profundo dolor de sus padres, quienes reclaman al fiscal jefe de Coronel Carlos Palma, por no entregar los restos para la sepultación.
“Lo único que pedimos es que nos entreguen a nuestro hijo. Hemos sufrido tanto que ya no damos más”, expresó Virginia Cifuentes, la madre, quien sólo quiere cerrar el círculo.
En tanto el padre, Ricardo Vargas, acusó burocracia. “Él (fiscal) quiere (entregar el cuerpo) solamente por un papel, por un protocolo, que es algo burocrático”.
“Ya está certificado que es nuestro hijo, el médico legista dijo que correspondía. Por sus ropas lo conocimos. No lo hemos visto, pero por sus tatuajes (lo reconocimos)”, enfatizó.
Desde el Ministerio Público aseguran que esperan los exámenes del Servicio Médico Legal, en tanto este servicio indicó que la demora obedece a que tras el golpe de frío dado al cuerpo, no se encontró sangre, por lo que el análisis genético indispensable para la identificación y entrega de los restos, se realiza con cartílagos, lo que tarda más tiempo, aunque estiman que sería entregado este lunes.
Punto aparte es la investigación criminal, porque las pesquisas de la PDI indican que el joven efectivamente fue secuestrado y asesinado de un disparo en la cabeza. Incluso la familia recibió trascendidos que fue salvajemente torturado y mutilado.
El fallecido era padre de dos niños, uno de cuatro y otro de cinco meses, y registraba antecedentes policiales por hurto. Se teme que su muerte esté asociada a una cruel venganza o asuntos relacionados con drogas, ya que a veces consumía marihuana.