Duras críticas dejó la sigilosa visita de la presidenta Michelle Bachelet a La Araucanía.
Una de las que llegó hasta el frontis de la Intendencia fue la machi Francisca Linconao, que fue detenida en medio de los allanamientos policiales a comunidades indígena debido la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay, hecho por el cual posteriormente el Tribunal civil condenó al Estado a pagar 30 millones de pesos, estimando que la policía actuó “sin mediar respeto” de su condición de autoridad mapuche.
La comunera lamentó que la mandataria no haya dialogado con las comunidades en conflicto.
Claudia Millar, de la comunidad Licanco Chico de Padre Las Casas, dijo que la Presidenta debería aclarar el futuro de las reivindicaciones territoriales.
El diputado Gustavo Hasbún calificó como poco seria la visita de Bachelet a la región.
Mientras que el diputado René Manuel García, señaló que con recorrer la región a escondidas es una burla a la ciudadanía.
Jacqueline Leal, víctima del ataque incendiario ocurrido el 1 de enero de 2015 en la ruta Freire-Barros Arana, se mostró sorprendida al conocer que la presidenta se reunió con víctimas de hechos de violencia, porque ella no fue invitada.
José Santos Millado, presidente de la organización Ad Mapu, indicó que si el pueblo mapuche no es escuchado el nivel de la lucha pasará a otro nivel.
A su vez, desde la Asociación de Municipalidades con alcaldes Mapuche lamentó la secreta visita de la presidenta a la región, precisando que de esta manera se termina distrayendo la atención a los temas de fondo y no coincide con el respeto mínimo que requiere La Araucanía por parte del Gobierno.