La viuda del subcomisario de la PDI Franco Collao, fallecido tras ser baleado por delincuentes al intentar frustrar un asalto el jueves, señaló que la desvinculación de los dos funcionarios que no prestaron ayuda “son decisiones del mando”.
Jannette Frez, quien tiene seis meses de embarazo, sostuvo creer que la determinación de la institución “es lo que corresponde y lo que tienen que hacer“. Sin embargo, indicó que no quería ahondar en ese tema.
En conversación con el noticiero “Ahora Noticias”, aseguró sentir una profunda rabia contra los asesinos de su marido. “Quiero que paguen y que se haga justicia, y también se lo dije a la Presidenta. Ella tiene las facultades para poder hacer justicia en este caso“, indicó.
“Me arrebataron al mejor hombre que pude haber tenido. Al mejor padre a mis hijos. Y eso no me lo va a devolver nadie. Ni la bandera que me entregaron ni el homenaje a Franco”, agregó Jannete, asegurando que jamás había odiado como a los delincuentes que asesinaron a su marido.
“A mi esposo me lo mataron con dolo, y ante eso yo no voy a bajar los brazos (…). Ella (la Presidenta) me dijo que iban a hacer lo posible y espero que lo haga. Yo por el lado de mis colegas y de la institución sé que están dando al máximo, a nivel nacional y yo creo que tarde o temprano los van a pillar”, añadió.
El homicidio
La viuda además se refirió al día del asalto. Jannette y Franco habían ido a control médico por el embarazo de la mujer. Cuando vieron que estaba todo bien con el bebé, decidieron ir a comprar regalos de navidad.
Entraron a una juguetería junto a la madre de Jannette. El local comercial estaba repleto, con muchos niños.
“De pronto solo oigo un estruendo gigante, unos tipos que ingresaron. Franco me protegió a mí y a mi mamá, y nos envió al fondo de la tienda donde nos parapetamos y me escondí protegiendo a mi bebé”.
Frez recordó que Franco se protegió en una de las estanterías, se quitó su bolso y se lo entregó. “Estos tipos dispararon dentro del local. No pueden decir que no se oyó nada. Franco pasa bala y lo último que escucho de él fue ‘alto policía’. Visualizo a mi mamá que trata de ir tras de él para detenerlo y yo, conociendo a Franco, le digo ‘mamá tranquila, Franco sabe lo que hace’”.
Mientras pasaba todo esto, llamé a Carabineros, pensando que podían llegar antes, y así fue. En eso perdí de vista a Franco y ocurrió lo peor.
Hasta ahora Jannette no halla explicación a la acción de su marido, en cuanto a perseguir a cinco delincuentes considerando que él estaba en desventaja. “Si eran cinco a lo mejor Franco divisó a los otros colegas que estaban ahí, porque eso es lo que nos enseñan, es tu deber ser. A lo mejor se sintió protegido, como los tres mosqueteros: uno para todos y todos para uno“.
“Después siento que no hay gente, y ya no escucho a Franco. Corro la cuadra y media, llego a la esquina de Santa Mónica y veo a una persona en el suelo. Hay gente cubriéndolo, veo pies y pienso que Franco tenía reducido a un tipo y pienso ayudarlo. Llego a su lado y veo a Franco que ya estaba muerto con un impacto de bala”.
“Recogí sus cosas y le dije a Carabineros que éramos detectives, que nos llevara al hospital. Juntos lo subimos al carro policial y en ese trayecto, Carabineros le hacía masajes de reanimación y yo le daba respiración boca a boca, pero ya era tarde”, expresó.