Son más de 300 ejemplares de ballena Sei hallados muertos entre el Golfo de Penas y Puerto Natales, los que investiga la PDI de la región patagónica. En tanto, científicos magallánicos intentan dilucidar la, hasta el momento, extraña forma de deceso de los cetáceos.

Para Anelio Aguayo, investigador del Instituto Antártico Chileno (Inach) y uno de los más importantes especialistas en cetáceos del país, se trata de un acontecimiento sumamente importante para la ciencia. “Nunca, en ninguna parte del país ni del planeta, habíamos tenido una cantidad de muerte de ballenas de esta naturaleza, en un mismo lugar determinado y de una misma especie”, afirmó Aguayo.

“Queremos saber cuáles son las causas de la muerte de esta población que se encuentra en peligro de extinción. Queremos saber si trata de causas naturales o de una mortalidad ocasionada por el accionar del hombre”, dijo el especialista.

En tanto, un grupo de jóvenes científicos de Magallanes han tomado muestras detectando en algunas rastros de marea roja, aunque aún resta conocer lo que indican los exámenes del resto de las muertes encontradas hace algunos meses, hecho que también se conoció a comienzos de este año.

“Pasamos de 30 a 300 ejemplares encontrados muertos. Estamos multiplicando por diez. Este es el fenómeno que nos ha sorprendido a todos. Aquí está pasando algo anormal en el área. Yo creo que la causa se debe a un conjunto de razones pero para conocer más es necesario investigar a fondo y para ello es necesario estar en la zona al menos un mes”, explicó el destacado científico del Inach.

Según Aguayo, entre las causas no debería descartarse razones geológicas, como volcanes submarinos, intoxicación por marea roja o incluso ejercicios bélicos que hayan afectado la audición de las ballenas, sentido vital para la orientación de los cetáceos.