David Gilmour cautivó a más de 50 mil fanáticos que llegaron al Estadio Nacional

Crédito Miguel Fuentes
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El ex Pink Floyd y su banda integrada por siete talentosos músicos, se presentaron la noche del domingo 20 de diciembre en el Estadio Nacional en un concierto que reunió a más de 55 mil personas.

Según la mitología celta lo que se suele soñar la noche del día 20 noviembre sería un indicador de lo que nos podría suceder dentro de los próximos meses, sin embargo anoche no fue necesario dormir para soñar despierto escuchando a una leyenda en vida.

La noche del domingo fue mágica, hubo expectación y ansias en la espera. Algunos fanáticos se decían así mismos “aún no me lo creo” pellizcando como si estuvieran en un sueño. El recinto se llenó de fanáticos de todas las edades, papás con sus hijos, parejas de novios, familias enteras, amigos de toda la vida que los une la fidelidad que los fanáticos de Pink Floyd demostraron ayer.

El show partió con suave canción 5 AM invitándonos a entrar suavemente en este viaje sideral, luego siguieron con la más movida Rattle that rock, compuesta junto a su esposa Polly Samson, que le da el nombre al disco y a la gira que llevó a David Gilmour y sus “siete maravillas” a presentarse cuatro veces en Brasil, una en Argentina para terminar el tour en Santiago.

Un sensible detalle tuvo el concierto cuando proyectó una imagen del mapa de Sudamérica con un asterisco señalando a Chile como lo registró este registro.

El sueño brilla en Chile. #DavidGilmourenChile 20.12.2015 . #Fotorock

A photo posted by Fotorock (@fotorock) on

El concierto de anoche vino a ser la cara que complementa a la otra mitad de Pink Floyd luego de los shows de Roger Waters.

Luego siguieron con la melódica Faces Of Stone y rompió todo cuando empezaron a sonar los primeros acordes de Wish you were here, himno que emocionó en masa. Siguió con la marina A Boat Lies Waiting, The Blue y la popular Money y Us and Them del Dark Side of the Moon. Para terminar el primer bloque con In Any Tongue y High Hopes del extraordinario The Division Bell (1994).

El descanso partió luego con la galáctica Astronomy Domine, para seguir con el homenaje por antonomasia a Syd Barrett, Shine on you crazy Diamond ( Parte I-IV)

A ratos al mirar hacia el lado de los teclado, era visualizar a Richard Wright, pero el tecladista Jon Carin se encargó de homenajearlo en la voz principal en Time y Comfortably Numb, el baterista estadounidense Steve DiStanislao, Guy Pratt en el bajo, guitarra y encargado de hacer el juego de voces en Run Like Hell. Además del joven saxofonista brasilero João De Macedo Mello y dos excepcionales coristas.

La presentación continuó con Fat Old Sun, Coming Back to Life, On an Island, la jazzistica The Girl in the Yellow Dress, Today, Sorrow y luego la energética Run Like Hell del álbum The Wal (1979).

Y cuando se creía que este viaje llegaba a su fin volvieron con Time proyectando imágenes de relojes, luego se hizo la transición a Breath (Repise) y para terminar con Confortably Numb cerrando una madrugada sublime.

Un aspecto a considerar fue el daño que sufrió la pantalla en el traslado de Sao Paulo a Chile que afectó ver las proyecciones en alta definición al igual que no hubo pantallas a los costado, que son detalles que poco importan luego de haber vivido anoche una experiencia que a muchos marcará de por vida.

GALERÍA DE IMÁGENES | Haz clic para ampliar

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El ex Pink Floyd y su banda integrada por siete talentosos músicos, se presentaron la noche del domingo 20 de diciembre en el Estadio Nacional en un concierto que reunió a más de 55 mil personas.

Según la mitología celta lo que se suele soñar la noche del día 20 noviembre sería un indicador de lo que nos podría suceder dentro de los próximos meses, sin embargo anoche no fue necesario dormir para soñar despierto escuchando a una leyenda en vida.

La noche del domingo fue mágica, hubo expectación y ansias en la espera. Algunos fanáticos se decían así mismos “aún no me lo creo” pellizcando como si estuvieran en un sueño. El recinto se llenó de fanáticos de todas las edades, papás con sus hijos, parejas de novios, familias enteras, amigos de toda la vida que los une la fidelidad que los fanáticos de Pink Floyd demostraron ayer.

El show partió con suave canción 5 AM invitándonos a entrar suavemente en este viaje sideral, luego siguieron con la más movida Rattle that rock, compuesta junto a su esposa Polly Samson, que le da el nombre al disco y a la gira que llevó a David Gilmour y sus “siete maravillas” a presentarse cuatro veces en Brasil, una en Argentina para terminar el tour en Santiago.

Un sensible detalle tuvo el concierto cuando proyectó una imagen del mapa de Sudamérica con un asterisco señalando a Chile como lo registró este registro.

El sueño brilla en Chile. #DavidGilmourenChile 20.12.2015 . #Fotorock

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El concierto de anoche vino a ser la cara que complementa a la otra mitad de Pink Floyd luego de los shows de Roger Waters.

Luego siguieron con la melódica Faces Of Stone y rompió todo cuando empezaron a sonar los primeros acordes de Wish you were here, himno que emocionó en masa. Siguió con la marina A Boat Lies Waiting, The Blue y la popular Money y Us and Them del Dark Side of the Moon. Para terminar el primer bloque con In Any Tongue y High Hopes del extraordinario The Division Bell (1994).

El descanso partió luego con la galáctica Astronomy Domine, para seguir con el homenaje por antonomasia a Syd Barrett, Shine on you crazy Diamond ( Parte I-IV)

A ratos al mirar hacia el lado de los teclado, era visualizar a Richard Wright, pero el tecladista Jon Carin se encargó de homenajearlo en la voz principal en Time y Comfortably Numb, el baterista estadounidense Steve DiStanislao, Guy Pratt en el bajo, guitarra y encargado de hacer el juego de voces en Run Like Hell. Además del joven saxofonista brasilero João De Macedo Mello y dos excepcionales coristas.

La presentación continuó con Fat Old Sun, Coming Back to Life, On an Island, la jazzistica The Girl in the Yellow Dress, Today, Sorrow y luego la energética Run Like Hell del álbum The Wal (1979).

Y cuando se creía que este viaje llegaba a su fin volvieron con Time proyectando imágenes de relojes, luego se hizo la transición a Breath (Repise) y para terminar con Confortably Numb cerrando una madrugada sublime.

Un aspecto a considerar fue el daño que sufrió la pantalla en el traslado de Sao Paulo a Chile que afectó ver las proyecciones en alta definición al igual que no hubo pantallas a los costado, que son detalles que poco importan luego de haber vivido anoche una experiencia que a muchos marcará de por vida.

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