“El vertiginoso ritmo y presión psicológica de la vida actual han desatado la mayor epidemia atribuible al estilo de vida del siglo XXI: el estrés de las grandes ciudades. Los estudios demuestran que el estrés y factores emocionales, entre otros problemas, pueden desencadenar dolor de espalda y cuello“.
Así lo afirma David López, Quiropráctico y director del Programa de Quiropraxia de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central, quien señala que aunque en la mayoría de los casos el dolor cede con el reposo, la ansiedad y temor a que el cuadro empeore se transforma en una carga adicional que se complica con insomnio, baja en el rendimiento laboral y físico, pudiendo limitar la mayoría de las actividades de la vida diaria.
“Para evitar esos molestos y, a veces, invalidantes dolores de espalda, se recomienda en primer lugar reducir el estrés. Para ello es necesario dormir y descansar lo suficiente, hidratarse bien, reducir la ingesta de café y alcohol”, comenta.
Asimismo, “se debe realizar actividad física, siempre y cuando ésta no reproduzca el dolor, se deben evitar aquellos ejercicios o deportes de impacto como saltos o que requieran el uso de fuerzas o grandes elongaciones. Es beneficioso, además, realizar actividades de esparcimiento que produzcan una visión positiva de la vida. Ría, los efectos positivos del buen humor sobre el sistema inmunológico y las actividades recreativas han sido constatados por la ciencia”.
“Entre muchos otros beneficios para la salud, se ha demostrado que la quiropráctica baja los niveles en sangre de cortisol, hormona que está elevada en personas con estrés crónico, contribuyendo a disminuir sus efectos nocivos. Por otro lado, los pacientes concurren crecientemente al quiropráctico por los efectos analgésicos de sus maniobras sobre las dolencias de espalda y otras articulaciones”, señala.
López dice que la atención quiropráctica y su consejería preventiva en salud adquieren cada día más adeptos en el mundo y Chile no es la excepción, ya que es una alternativa efectiva para el dolor lumbar, disminuyendo la sobremedicación y tratamientos quirúrgicos con alta tecnología.
La recomendación es que todo dolor de espalda que dure más de dos semanas sea evaluado por un experto en columna, en particular, cuando también afecta las extremidades.