¿Con o sin gas? ¿Con sabor o sin él? ¿El agua sirve para bajar de peso? Una nutricionista entrega esas y otras interesantes respuestas para estar atentas en el verano.

Andar en la calle con más de 30°C no es muy agradable. Para capear el calor, la mayoría pasa a comprar algún helado o una botella de agua. ¿Es bueno consumir tanto líquido durante el verano?

“Las guías alimentarias para la población chilena recomiendan consumir de 6 a 8 vasos de agua al día, pero teniendo en cuenta que existen diferentes situaciones en las que los requerimientos son mayores, como cuando hay altas temperaturas. Esto es además del líquido que proviene de los alimentos”, asegura Ana María Neira, jefa de la carrera Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.

Durante los días de mayores temperaturas, las personas tendemos a perder el apetito y a tener más sed. En esa situación, lo mejor son los jugos naturales para reponer energías.

“Durante el verano las altas temperaturas nos hacen sudar y perder mucha agua, también electrolitos y sales que debemos reponer. Lo mejor para ello es el zumo de frutas, especialmente el de naranja. Si es verano y/o se practica ejercicio, debemos ingerir un aporte extra de líquido sin esperar a tener sed”, indica la nutricionista.

En los últimos años el consumo de agua embotellada se ha intensificado en Chile. Según la Asociación Nacional de Bebidas Refrescantes (Anber), en 2005 el consumo per cápita alcanzaba los siete litros, pero ya para el 2014 la cifra se triplicó, llegando los 22 litros por persona al año.

¿Es bueno consumir agua en botellas plásticas? “Aunque el material con que se hacen las botellas plásticas (tereftalato de polietileno) no es considerado un material peligroso, su consumo excesivo pudiera ocasionar a largo plazo problemas en el sistema respiratorio y problemas en la piel por acción de los ftalatos, compuestos químicos que se agregan para hacer el plástico más flexible y duradero, pero que se pueden desprender con facilidad a altas temperaturas. Al ser liberados al líquido y ser ingeridos, estas partículas se acumulan dentro del cuerpo y pueden causar un daño”, advierte la especialista.

Por ello, la nutricionista recomienda consumir agua de la llave. “Prefiera consumir agua de la llave y utilice algún tipo de filtro para disminuir la carga de minerales. Si le gusta tomar el agua bien fría, utilice un jarro de vidrio para ponerlo en el refrigerador”, dice Neira.

Entre las múltiples opciones que existen en el mercado de agua en botella, está la diferencia entre las con o sin gas. ¿Cuál es más recomendable? “El agua con gas se hace añadiendo dióxido de carbono bajo presión. El resultado es que el agua contiene ácido carbónico, por lo que si la bebes de un solo trago, te puede dar hipo o indigestión. Si se bebe mucha agua con gas, puede ser que produzca hinchazón. Por otro lado, algunas investigaciones sugieren que el agua con gas puede ayudar a las personas que comen demasiado a bajar de peso, porque provoca sensación de saciedad”, señala la docente de la Universidad del Pacífico.

Otra innovación introducida en las aguas embotelladas son los “sabores”. De pera, manzana, sandía, etc., logran añadir un gusto más al agua en solitario. Este tipo de aguas podría tener más calorías que las tradicionales. “Lo más importante es acostumbrarse a leer las etiquetas. Si lo que se busca es que no tenga calorías, debe revisar que diga energía cero”, comenta la nutricionista.

Finalmente, ningún tipo de agua incrementa el peso corporal; al contrario, puede ser un gran aliado en las dietas alimenticias. “El exceso de agua se elimina y no contribuye a un aumento de peso. Además, la ingerimos a 14ºC (temperatura ambiente) y la eliminamos a 37ºC. Esto supone que hemos utilizado energía para calentarla, por tanto, podríamos prácticamente afirmar que el agua no sólo no engorda, sino que adelgaza”, concluye Ana María Neira, jefa de la carrera Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.