El sexo siempre será el paraíso soñado de millones de personas en todo el mundo, razón por la que de forma periódica nacen nuevas interrogantes en torno a este placer erótico al cual muchos sucumben a diario.
Y es así que saltan a la luz preguntas como ¿cuál es la posición perfecta para tener un mejor orgasmo? o ¿cuánto debe durar el acto sexual para que resulte placentero para ambas personas?
Sea como sea, siempre existen esas dudas existenciales en torno a este placer carnal, y para dar respuesta con base científica, la Universidad Estatal de Pensilvania o Penn State, efectuó una encuesta a 50 miembros de la Sociedad para la Terapia y la Investigación Sexual (SSTAR, según sus siglas en inglés), que incluía a psicólogos, médicos, trabajadores sociales, terapeutas matrimoniales y de familia y enfermeras que habían tratado a miles de pacientes durante varias décadas.
El propósito central del estudio era clasificar el tiempo que emplean las parejas para tener relaciones sexuales, momento que se cuenta desde que comienza la penetración hasta el instante mismo de la eyaculación, y de esa forma determinar el tiempo medio de un coito, estableciendo así distintas categorías en torno a este tema.
Tras un exhaustivo análisis, se concluyó que el sexo ideal promedio dura entre 7 y 13 minutos. La muestra arrojó las siguientes categorías de acuerdo al tiempo de duración, por ejemplo: un coito demasiado corto era el que cronometraba de 1 a 2 minutos; uno adecuado, entre 3 y 7; y uno demasiado largo tardaba entre 10 y 30 minutos, según determinaron los resultados de la Universidad Estatal de Pensilvania, recogidos por la revista femenina S Moda.
Según Eric Corty y Jenay Guardiani, los profesionales a cargo del estudio, esta investigación es una manera de esclarecer ciertos mitos sociales en torno a aquellas erecciones a prueba de horas y actos sexuales que duran noches y días enteros. Si incluso la prueba radica en que la mayor parte de los 50 participantes dijeron que la duración de entre 10 y 30 minutos les resultaba demasiado larga.
A simple vista muchos podrían decir que tal estudio es una mera técnica para consolar a quienes sufren de eyaculación precoz, pero hay que tener en cuenta que tal análisis sólo contempla el tiempo que dura la penetración, siempre que esta práctica sea continuada y constante. Por lo que, la sensación de lo que las parejas se tardan en la cama, incluido el preámbulo, es un tanto difusa y es algo netamente subjetivo.
Tal subjetividad va ligada directamente a la excitación presente en cada persona y al hecho de lo que se entiende por relación sexual, lo que para la gran mayoría resulta en algo más extenso que el mismo coito, abarcando también los preliminares y juegos eróticos.
Si incluso fueron los propios autores de este estudio quienes se justificaron con la agencia de noticias EFE al dar las siguientes declaraciones: “Con este estudio esperamos disipar dichas fantasías y alentar a hombres y mujeres con datos realistas sobre lo que es un acto sexual aceptable, evitando así que experimenten decepciones y disfunciones sexuales”, señaló el autor principal, Eric Corty, profesor asociado de Psicología.
Asimismo, fueron los propios profesionales que detallaron que una relación sexual excesivamente larga es como un video porno malo, una especie de cinta que se convierte en algo mecánico, que termina por aburrir.
Del mismo modo, los especialistas confirmaron que nadie puede mantener el nivel de excitación óptimo durante tanto tiempo, y es muy probable que algún miembro de la pareja, sino los dos, se empiecen a cansar y finalmente eso desencadene en una disminución de la excitación. Además, la excesiva duración afecta también al grado de lubricación de la mujer, que empieza a ser incapaz de generar la humedad necesaria para un sexo placentero.
Datos bastante útiles a la hora de tener sexo con tu pareja. Por lo que, si no estás dentro del rango, no te preocupes, pues como dicen los autores del estudio, esto es algo netamente subjetivo, donde existen un sinnúmero de variables que pueden afectar el tiempo de tus encuentros íntimos.