Inmediatas reacciones generó la carta que el obispo de Osorno, Juan Barros, envió a sus sacerdotes para que fuera leída a los fieles. En la misiva asegura haber sentido “con mucho dolor el rechazo” de quienes se oponen a su mando en la Diócesis local.
El vocero del movimiento Laico en la ciudad, Juan Carlos Claret, explicó que la aparición de la carta no los toma por sorpresa, considerando la situación en la que se encuentra el obispo, ya que tendría que comparecer ante la justicia luego de ser acusado en reiteradas oportunidades, de ser encubridor de los abusos sexuales cometidos por el ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima.
El dirigente dijo que al analizar la carta, se podrían apreciar ideas textuales que han aparecido en medios de comunicación y que han sido emitidas por otras personalidades ligadas a la iglesia.
Claret indicó que otro tema que les causa rechazo, es la victimización del obispo por las acusaciones en su contra, esperando que se sincere con los fieles en la reunión que han solicitado por meses y que hasta el momento se les ha negado.
En el párrafo 4 de la misiva enviada por Barros, se expresa su “total rechazo a los hechos que han conducido a la Iglesia a adoptar las fuertes sanciones respecto al sacerdote Fernando Karadima. Poniendo a Dios por testigo reitero que jamás tuve conocimiento, ni imaginé nunca de aquellos repudiables abusos que cometió”.
Sin embargo, dijo el vocero de los laicos Osorninos, hay antecedentes de que el mismo Juan Barros intentó desacreditar a las víctimas de Karadima en Roma.
De igual manera, en la carta reconoce su intención por dialogar y acercarse más a los fieles, señalando que “más allá de nuestras diferencias, invito a todos para que busquemos conocernos y hagamos el esfuerzo por ser una comunidad eclesial sinceramente dialogante”.
Por esta razón, el vocero dijo que esperan que la disociación al diálogo se manifieste por parte del obispo, quien ha mantenido total hermetismo desde su llegada, negándose a las citas solicitadas por el movimiento laico.
Claret aseguró que han intentado conversar con Barros por 9 meses, esperando que la entrega de la misiva sea la oportunidad para que cumpla lo que en ella señala, para que así pueda conversar con ellos y con parte del clero que también ha exigido una respuesta.
La carta del obispo finaliza pidiendo que “oremos unos por otros para que todos podamos buscar y abrirnos a la voluntad de Dios, que no siempre coincide con nuestros sentimientos y pareceres humanos…pido a quienes se sienten lejos de su obispo que generosamente demos pasos de cercanía. Que el señor nos conceda mirarnos de frente con aprecio y comprensión”.