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Con el costo de la vida subiendo constantemente, es normal que los consumidores busquen alternativas para poder abaratar los gastos mensuales que conlleva el ser un adulto responsable.
Como gran parte del presupuesto -sea familiar o individual- se va en las “compras de supermercado”, la situación actual ha provocado que los chilenos deban tomar sus decisiones económicas con mayor cuidado y calculo para poder adquirir todo lo que necesitan, sin tener que aumentar el monto destinado para este ítem.
Esto ha provocado que los clientes tiendan a caer en la tentación de optar por las ofertas, y se dejen seducir por promociones.
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. “Las tiendas y supermercados tienen varias razones para hacer ofertas. La más frecuente es que el supermercado le exige en realidad al proveedor como parte de una negociación, por tanto, es este último el que en realidad rebaja el precio. Son típicas, por ejemplo, las de pescados y mariscos en Semana Santa. Otras ofertas corresponden a liquidaciones de stock, por tener excesos o por estar próximas las fechas de vencimiento“, explicó a BioBioChile, Víctor Valenzuela, economista de la Universidad Andrés Bello (UNAB).
“Hay ofertas que sólo operan con la tarjeta del supermercado, en esos casos hay una actividad de fidelización y de fomento del uso de la tarjeta en que se pudieran cobrar intereses como compensación de las rebajas en el margen de los productos. Estas debieran ser un esfuerzo de la tienda más que del proveedor”, agregó.
Por estas y varias otras razones los clientes deben saber que nadie cuidará su presupuesto más que ellos, y es importante que preparen una estrategia adecuada si necesitan ahorrar. La revista norteamericana Time reunió varios útiles y concretos consejos que cualquier persona puede aplicar y que le permitirá disminuir el total de su boleta. Revisa a continuación algunos de ellos.
Hacer un inventario
La publicación da bastante importancia a la preparación y planificación de las compras. El primer paso, por básico que parezca, es hacer un inventario de lo que hay en el hogar.
Puede sonar obvio, pero una gran cantidad de personas aún no adquieren este hábito. Annette Economides, autora del libro Cut Your Grocery Bill in Half (Reduzca sus gastos de supermercado a la mitad), asegura que revisar la despensa y el refrigerador da una muy buena idea de las que cosas que puedes evitar comprar ese mes. Esto permite ahorrar o deja un margen para llevar otro producto con ese dinero.
La tecnología también ayuda bastante en este punto, ya que existen algunas aplicaciones que permiten llevar un registro de la lista del supermercado. Out of milk es una de ellas.
Utilice su despensa
Si la lista del inventario falla o en ocasiones anteriores hemos comprado cosas extra que no utilizamos, es el momento de usarlas. Una alternativa, es tratar de ordenar la mercadería y el refrigerador una vez a la semana, dejando al alcance lo que va a expirar primero.
Came in to #target for a purse and kids' toothpaste. And then this happened…
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Disminuye las visitas al supermercado
“Cuanto menos va de compras, más usted ahorra”, explica Economides. Planear los viajes al supermercado y reducirlo a máximo una vez a la semana, ayuda a controlar los impulsos de compra y ahorrar bencina.
Por su parte, el académico de la Unab advierte que hay que tener cuidado con esta alternativa. “Cuando hay inflación conviene hacer una sola compra para capear las alzas del mes, pero también se tiene el riesgo de comprar cosas que luego pueden estar en oferta. Otra ventaja es que se ahorra en tiempo y transporte, pero requiere una buena planificación para evitar los olvidos”, aseguró.
Busque productos sustitutos
El artículo recomienda revisar la última boleta de tus compras y marcar los productos más costosos. Cuando estés en el supermercado, intenta encontrar sustitutos más económicos con los que te sientas cómodo. Hay ocasiones, donde la misma empresa fabrica prácticamente el mismo producto pero para diferentes marcas y con diferentes precios.
Busque el mejor precio
Este dato puede ser un poco más complejo, pero sirve. Lo primero es hacer una lista de los 10 items indispensables o los que compras más comúnmente. Con eso en mano, visita a lo largo del mes diferentes supermercados o tiendas que le queden de camino y compare precios. Quédese con el que le ofrezca mejores oportunidades.
Resiste las “grandes ofertas”
“Hay que sacar cuentas”, explicó Economides. En muchas ocasiones sólo se muestra el precio oferta, pero no el del producto individual, información que es vital para saber si la promoción es o no conveniente.
No siempre es necesario optar por estas ofertas, ya que a veces el producto extra que se lleva simplemente queda almacenado y no es usado. Llevar lo justo y necesario permitirá ahorrar.
Es importante también aprender a leer las etiquetas y no irse directamente por el precio. A veces los productos en paquete que lucen como una gran oferta, resulta tener el mismo costo que comprar menos cantidad, pero con un mayor peso.
Ser fiel
“Puede ser útil en la medida que la tienda acompañe el uso de su tarjeta o compras con una propuesta de valor. Por ejemplo, acumular puntos, descuentos en otros comercios, compras con descuento, etc.”, señaló el economista chileno, Víctor Valenzuela.
“Suscríbase a sus programas de fidelización y familiarícese con las promociones que se ofrecen y las recompensas se dan”, explicó Stephanie Nelson, creadora de CouponMom.com. Aunque muchos desconfíen, juntar puntos permite que tarde o temprano puedas conseguir al menos un producto gratis.
Visita sólo los pasillos necesarios
Mientras más pasillos recorras, más productos innecesarios irás agregando al carro, especialmente en los hipermercados donde no sólo se ofrecen elementos de necesidades básicas, sino que también se puede encontrar desde electrodomésticos hasta juguetes. “Las tiendas mayoristas promueven el comportamiento impulsivo, y esa es una de las cosas que odiamos”, dice Annette Economides.
Lleve mentas
Un estudio de Journal of Consumer Research descubrió que los consumidores tienden a gastar más dinero cuando su apetito ha sido estimulado anteriormente. Es por ello que en muchos supermercados, se ofrece a la entrada algún tipo de degustación de productos. Para combatir este impulso, lleve una pastilla de menta, la que ayudará a combatir el hambre y disminuir los olores.
Lleve su banda sonora.
Los estudios demuestran que las tiendas suelen poner música con un ritmo más lento para animarle a moverse más despacio a través de los pasillos. Ese ritmo puede conducir a los clientes a comprar un 29% más, así lo descubrió Martin Lindstrom, autor de Trucos que utilizan las empresas para manipular nuestras mentes y Persuadirnos para comprar.
Utilice un carrito pequeños
Los especialistas también explican que los carros grandes hacen que la gente compre un 40% más. Asimismo, optar por esas cestas de mano puede ser igualmente peligroso. Un estudio de la revista Journal of Marketing Research encontró que el esfuerzo de cargar el cesto hizo más propensos a los clientes a llevar productos como dulces y refrescos como una forma de recompensarse inconscientemente por aguantar la molestia. Opta en su lugar por un carro con ruedas más pequeñas.
Mira hacia arriba y abajo
Evite los estantes intermedios. Las compañías de EE.UU. pagan para colocar productos al nivel de los ojos, por lo que es probable que encuentres mayor variedad de productos y precios en los estantes superiores e inferiores.
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