230 viviendas para familias de campamentos es la proyección del Servicio de Vivienda y Urbanismo que se construirán desde el segundo semestre del año 2016 en la comuna de Osorno, tanto en terrenos de la propia entidad junto al río Rahue, como los contiguos donados por el municipio.
Funcionarios del Serviu expusieron frente a los dirigentes de campamentos y representante municipales la actual política de vivienda para la comuna, con énfasis en los precarios emplazamientos.
Aclararon que se suman las cien casas que se levantan en el sector de Ovejería, hasta donde vecinos del campamento Caipulli y Ferroviario serán derivados.
Así, se pretenden levantar 80 casas en el terreno de 1,3 hectáreas del Serviu, mientras que otras 150 están proyectadas para el predio contiguo donado por el municipio, de 3,1.
Eso sí, Marcelo Vera, encargado regional de la línea de campamentos del Serviu, dijo que sólo a partir del segundo semestre del año 2016 comenzarán a ejecutarse las obras.
Otro de los puntos que se descartó y que ha marcado la discusión es la situación del plano regulador, pues desde el Serviu se argumentaba la necesidad de modificarlo para edificar. Sin embargo, en la reunión quedó claro que para ambos proyectos habitacionales no es necesario pues los predios a utilizar están dentro del actual.
Eso sí, el alcalde Jaime Bertín reconoció que para el proyecto de Parque Barrio Integrado sí se necesita modificarlo, cuestión que se está trabajando y que quedará operativo para que no se transforme en una futura traba. No obstante, para las 230 casas anunciadas, ya no puede ser una excusa.
Otra tema que quedó claro es que será el catastro del año 2011, con su actualización hasta el 2014, el que será utilizado como método de corte para poder optar a una vivienda en el caso de campamentos, quedando en manos de los dirigentes la responsabilidad de evitar que sigan propagándose el número de familias que los conforman, que según el registro son sólo 450.
Tal llamado fue, en general, acogido por parte de los dirigentes, tal como lo hizo ver Ana María Manríquez, presidenta del campamento Padre Hurtado, quien afirmó que está claro que no pueden seguir ingresando más familias a los actuales emplazamientos.
Finalmente, otro de los compromisos que asumieron los dirigentes es definir cuántas familias quieren departamentos o casas, pues se ha dicho que de tal determinación dependerá la cantidad de viviendas a edificar y si sube o no el número de 230.