Dos años después de haber sido forzada por la agencia estadounidense que regula los medicamentos (FDA) a detener la comercialización de kits de análisis de ADN para determinar riesgos de enfermedades, la firma 23andMe puede ahora vender nuevos tests al público general.

“Trabajamos junto a la FDA durante casi dos años para establecer un marco regulatorio que permita una venta directa a los consumidores de tests específicos”, anunció el miércoles en un comunicado Anne Wojcicki, presidenta y cofundadora de la firma privada.

23andMe

23andMe

Estos nuevos kits permitirán a los clientes saber si son portadores de mutaciones genéticas que podrían aumentar el riesgo de sus hijos de contraer algunas enfermedades. Los tests proveen información sobre 36 enfermedades, entre ellas la mucoviscidosis.

La firma aumentó el costo de su servicio, que pasó de 99 a 199 dólares.

23andMe, que tiene a Google entre sus inversores y tuvo gran éxito comercial con sus tests en 2013, alegó que todos tienen derecho a conocer directamente su propia información genética sin necesidad de acudir a un médico.

Pero, en noviembre de 2013, la FDA acabó con sus 15 minutos de gloria cuando ordenó a la joven empresa que dejara de comercializar sus kits de ADN.

A la FDA le preocupaban entonces “las potenciales consecuencias sobre la salud” de los individuos si el test daba resultados falsamente positivos o falsamente negativos.

En caso de que un falso positivo para un riesgo de cáncer de seno o de ovario, la mujer podría comenzar tratamientos o someterse a exámenes agresivos para intentar detectarlo. Por otra parte, un falso negativo podría conducir a la persona a ignorar totalmente la existencia de un verdadero riesgo.

Ahora, los nuevos tests de 23andMe (23 en referencia a los 23 pares de cromosomas del ADN humano) ya no ofrecen evaluaciones de riesgos de cáncer, de enfermedades cardiovasculares, de diabetes ni de alzheimer, que eran los males que significaban un problema para la FDA.