La vida sexual, especialmente en las relaciones de larga data, puede sufrir altos y bajos. Los problemas, la rutina y las diferencias de concepciones en torno al sexo -entre otros diversos factores- sumado a la falta de comunicación, pueden ocasionar dificultades en este ámbito.
Para descubrir cuáles eran las quejas y situaciones más comunes en el terreno sexual, el diario electrónico The Huffington Post, recopiló las opiniones de diversos expertos, quienes también indicaron algunas formas de salir adelante y mejorar las cosas.
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Revisa a continuación los mayores conflictos sexuales de las parejas…
1. No puedo tener orgasmos de manera “normal”
“Las mujeres que vienen a mi oficina suelen decirme que les gustaría culminar de la forma ‘real’”, dice Laurie Watson, terapeuta sexual estadounidense certificada, quien se refiere a que muchas mujeres se sienten “anormales” por no tener orgasmos durante el coito.
“El clítoris, no la vagina, es el centro de tus terminaciones sexuales y de placer. De hecho, sólo el 15 a 20 por ciento de todas las mujeres pueden llegar al clímax durante el coito e incluso ellas necesitan mucha estimulación manual u oral para conseguirlo”, dice la experta
Por ello, la experta recomienda tratar con posiciones que permitan estimular mejor el clítoris, como la mujer sobre el hombre, o ir probando y averiguando lo que más satisface. La clave está en conocerse bien a sí misma.
2. Nuestro deseo sexual no está en sintonía
Tammy Nelson, sexóloga certificada y terapeuta sexual, señala que el problema más frecuente que escucha en su consulta es lo que ella y sus colegan llaman “discrepancia de deseo”.
“Uno de los miembros de la pareja quiere sexo más a menudo que el otro y de una forma más erótica. En el comienzo de una relación, es probable que la persona con mayor deseo, logró mantener la energía erótica, y todo era divertido y sexy. Sin embargo, después de un tiempo, si eres el que tiene el impulso sexual más bajo, puedas sentirte un poco molesto porque tu pareja constantemente te busca para tener relaciones sexuales cuando tú no quieres”, comenta la experta.
“A veces es sólo porque el sexo no es tan bueno y trabajando en descubrir el tipo de sexo que ambas partes quieren puede mejorar el rendimiento y el erotismo de tu vida sexual. O bien podría ser que hay algún problema en la relación que se traduce en la parte sexual”, señala la especialista, recomendado abordar ese resentimiento y hablar de lo que te preocupa con tu pareja, ya que solucionando esos problemas puede acercarte a él o ella y fomentar el deseo sexual.
3. Tengo problemas de desempeño
“Cuando un hombre está en una relación, los problemas de rendimiento más comunes son la eyaculación precoz (EP) y la disfunción eréctil (DE). En ambos casos, los hombres terminan con una fuerte ansiedad por rendir bien que puede hacer que se evite el sexo y la intimidad”, dice Danielle Harel, doctora en psicología.
La profesional explica que “las mujeres cuyas parejas tienen disfunción eréctil pueden sentirse inseguras de que sus parejas, y menos atraídas”.
“Para superar la ansiedad por rendir, los hombres deben centrarse en su propio cuerpo y el placer y preocuparse un poco menos de sus parejas. Aprender a centrarse en el placer propio, relajar el cuerpo y la respiración y disfrutar de la experiencia ayuda enormemente. Si el afectado es tu pareja, es esencial que no lo tomes como algo personal y seas amable con él”, dice la especialista, asegurando que el apoyo de la pareja es esencial para resolver el problema.
4. Quiero poner un poco de sabor a las cosas, pero mi pareja no quiere
La terapeuta Sari Eckler Cooper, señala que sus pacientes suelen decirle que “quieren más variedad en la cama”.
“Conforme pasa el tiempo, las parejas pueden expresar más deseo de novedad o sentirse más cómodas dejando que su amado quiera explorar ciertas cosas”, dice la experta. Sin embargo, a veces pasa que “mientras que uno de los miembros de la pareja puede disfrutar con unas cuantas palmadas en el trasero o experimentar con el juego anal, al otro no le gusta”.
Lo fundamental es la comunicación, evaluar la apertura al cambio y las tensiones subyacentes que la pareja puede no haber expresado desde el principio.
5. Queremos que nuestra vida sexual sea la de antes de convertirnos en padres
“Algunas parejas buscan terapia sexual poco después de tener bebés, a veces porque la mujer dice que su zona íntima quedó resentida y no puede sentir nada en su interior. Normalmente le pregunto a la mujer si ella ha hecho alguna vez los ejercicios de Kegel y recomiendo que hagan unas veinte repeticiones tres veces al día. Si ella quiere resultados más rápidos, hay algunos dispositivos médicos. También les recuerdo que hay la satisfacción sexual es más que el coito, también existe la masturbación mutua, el sexo oral y la incorporación de juguetes sexuales“, explica Ava Cadell, terapeuta sexual certificada.
6. Soy menos fogoso que mi mujer
La terapeuta Sari Eckler Cooper dice que suele ver parejas heterosexuales donde es el hombre el que ya no tiene tanto deseo sexual y eso los frustra. “Sin una respuesta clara, termino haciendo un montón de preguntas tratando de descifrar por qué. Si es porque se siente demasiado dependiente o demasiado cerca de su pareja, el distanciamiento es el objetivo”, explica la especialista.
También sucede que algunos hombres se desmotivan porque su pareja ve el sexo como una tarea, cuando ellos desean más amor, contacto y emoción. “Las mujeres a veces cometen el error de pensar que sus parejas están tratando de satisfacer una necesidad biológica y tratan el sexo de una manera superficial“, lo que desincentiva al hombre. Lo cierto, es que ellos también quieren pasión y ésta “requiere compromiso, expresión, contacto visual y realmente sentir. Es más que tocarse”.
7. Soy menos fogosa que mi hombre
“Muchas mujeres nos dicen que o bien nunca han sentido mucho deseo o su deseo se ha reducido considerablemente en el transcurso de su vida o su relación. Puede haber muchas razones subyacentes por las que las mujeres están experimentando un bajo deseo. Puede ser que hayan tenido un aprendizaje negativo en sus vidas, diciéndoles que no deben querer tener sexo, puede ser que no hayan sido capaces de expresar sus fantasías o podrían estar sintiéndose emocionalmente desconectadas”, explica la terapeuta Danielle Harel.
“Este problema puede conducir a matrimonios o relaciones sin sexo . En el caso del bajo deseo, las mujeres tienen que estar en contacto con su cuerpo y aprender a pedir lo que quieren. Puede tomar tiempo, paciencia, comprensión y voluntad de aprender por parte de la pareja“, agrega la profesional.
8. Quiero sentirme más emocionalmente conectado a mi pareja
La especialista Brandy Engler dice que muchos hombres acuden a ella diciéndole que no aman profundamente o que tienen relaciones sin amor y quieren que eso cambie. “La mayoría de estos chicos están en sus 20 o 30 años”, comenta la profesional.
“Creo que están tratando de integrar el sexo y el amor después de años de ver estas cosas por separado. A los hombres no se les enseña a ser emocionalmente expresivos, a diferencia de las mujeres”, explica.
9. Mi pareja está enferma pero aún así quiero seguir con nuestra vida sexual activa
“Las parejas suelen necesitar ayuda cuando uno de ellos se enferma. Por ejemplo, un paciente con cáncer puede sentirse demasiado devastado o no deseable sexualmente, mientras su pareja se siente mal”, dice la terapeuta Ava Cadell.
La profesional dice que anima a estas parejas a probar con caricias, masajes con luz tenue, besarse o incluso sólo tomarse las manos con más regularidad. “Bañarse juntos también puede ser una experiencia de sanación que ayuda a reducir la tensión en las articulaciones, relajar los músculos y aumentar el flujo sanguíneo. Para algo más sexual, si la persona está enferma se siente cohibida o inseguro, se recomienda que él o ella se vende los ojos y haga el amor así para sentirse menos consciente de sí mismo”, expresa.
10. Estoy atrapado en una relación sin sexo
Algunas parejas de larga data, inmersas en la rutina, pueden verse atrapadas en una relación sin sexo. “Están tan distraídos por el trabajo, los niños o los negocios que quien iniciaba el sexo, deja de hacerlo”, comenta la terapeuta Tammy Nelson.
“Para salir de una relación con poco o nulo sexo, habla con tu pareja”, recomienda la profesional, añadiendo que también debes dejar de lado las presiones en torno al tema, para poder conversar sin tapujos. Además, debes quitarte la idea de que es culpa tuya o de tu pareja, y tomar la sexualidad como algo de los dos.