Falta de respeto e incomprensión cultural: la sobreexplotación comercial del haka, la danza tradicional popularizada por la selección neozelandesa de rugby y que ha convertido en uno de sus símbolos, no es del agrado de los maoríes, que contemplan entre la resignación y el enfado este fenómeno.
Haka en una publicidad de cerveza japonesa, para la apertura de una tienda de deportes o de un centro comercial, en un anuncio televisivo de prendas de ropa en Inglaterra… El Mundial de rugby ha hecho que el célebre baile, elemento de la “cultura” e “identidad” de los maoríes, esté muy presente para el gran público.
“Nos decepciona que esas gentes no comprendan de qué se trata”, lamenta Kahu Ropata, asesor cultural de la tribu maorí Ngati Toa, de donde se tomó el haka “Kama Te”, el más utilizado por los All Blacks antes de sus partidos. “El haka no está creado para que algunos ganen dinero con él. Debería ser tratado con respeto”, asevera.
“Utilizamos el haka para expresarnos en diferentes ocasiones, como acoger a gente, decir adiós a los muertos, celebrar éxitos y mostrar nuestro orgullo”, detalla.
El problema no es nuevo. Hace seis años, los Ngati Toa habían obtenido un gesto de las autoridades neozelandesas, que para proteger la danza de cualquier explotación comercial decidió restituir a la tribu los derechos de propiedad intelectual.
Pero la decisión de las autoridades no frenó el fenómeno y es posible ver la danza en numerosos anuncios de publicidad e incluso en algunas operaciones comerciales a veces muy alejadas del rugby o de la imagen de Nueva Zelanda.
Y, sobre todo, no se ha preguntado a los ‘propietarios históricos’ del baile si están de acuerdo con esta expansión internacional, por la que no reciben retribución.
La distorsión es importante entre la impliación emocional de los maoríes ante el haka y la percepción de los aficionados ajenos a esa cultura.
Antes del inicio del Mundial de rugby, una parodia del haka realizada por el exmedio scrum internacional inglés Matt Dawson se convirtió en viral en internet y provocó enfados en Nueva Zelanda.
El tema no se toma a la ligera en el país de Oceanía, donde una ley fue aprobada el pasado año para que la tribu Ngati Toa fuera informada cuando el Kama Te es utilizado.
Gesto de provocación
La tribu tiene además un acuerdo con la Federación Neozelandesa de Rugby (NZRFU). Justo antes de viajar a Inglaterra para el Mundial, los All Blacks fueron recibidos por la tribu cerca de Wellington.
Pero esas leyes y tradiciones se difuminan una vez que el equipo cruza la frontera. Según el asesor cultural de la tribu, son los neozelandeses y sus empresas presentes en el exterior los que tienen que implicarse en hacer entender qué significa el haka.
Es por ejemplo lo que hizo el seleccionador neozelandes de Gales, Warren Gatland, en un test-match en 2012. Sus jugadores respondieron mirando a los ojos a los All Blacks durante dos minutos: un actitud llena de sentido.
“En realidad, es una provocación ante la cual se espera una respuesta. Si no respondes, según la cultura maorí, quiere decir que les dejas tomar ventaja”, explica el profesor neozelandés de origen maorí Timoti Karetu.
Francia intentó responder a la provocación simbólica en varias ocasiones. En la final del Mundial-2011, ganada por Nueva Zelanda por 8-7, Francia había formado una “V” de victoria frente a los All Blacks.
Más allá de los problemas ligados a la explotación comercial del haka, la tribu Ngapi Toa no oculta un cierto orgullo, según Ropata, al ver el Kama Te, por el momento, como el único haka utilizado por los jugadores de su país desde el inicio del Mundial.
La selección neozelandesa utiliza menos frecuentemente otro haka, el Kapo o Pango, más guerrero y que puede terminar con un gesto de degollación.