Debido a las largas jornadas de trabajo, momentos de soledad y presión constante, un gran número de personas a diario sufre complejos instantes de “bajón”, y debido al individualismo que impera hoy en día es casi todo un desafío encontrar consuelo.
Sin embargo, eso ya está cambiando, pues debido al auge por sentirse consolado, escuchado y atendido, en Japón surgen los Ikemesos: hombres guapos e inteligentes con los cuales las japonesas cuentan hace un par de días y que por la módica suma de 55 euros ( 42.808 pesos chilenos) llegará a secar tus lágrimas.
Además de elegir el perfil social del chico, existe un abanico de opciones para que las mujeres se pueda regodear, entre las que destacan el dentista, el hombre rudo, el adulto intelectual o simplemente el sexy macho de gimnasio. Pero pese a ser un país un tanto liberal, por el momento este servicio solo está enfocado en mujeres heterosexuales.
Y si hablamos de malos días en los trabajos, o problemas personales que terminan en posibles momentos de estrés, este servicio en que puedes llorar y ser consolada por el hombre de tus sueños, hoy se perfila como el mejor antídoto para sacar esa pena guardada y acabar con esa carga emocional que te está abrumando.
Melancolía que se presenta en un momento duro en la vida de millones de mujeres; escenario en que el marketing emocional se aprovecha de tales debilidades, indicando que el trabajo no es un lugar en que esté bien visto llevar nuestros dolores personales, ni menos llorar en público. Sobre todo en una sociedad como la japonesa en que muchas mujeres deben soportar cargas extras de presión solo por su condición femenina.
Razón por la que esta idea llega como una especie de salvavidas para todas quienes desean ser consoladas en la intimidad de su casa y así salir rápido de ese problema que te atormenta.
El responsable de esta particular idea es el empresario Hiroki Terai, quien asegura a la revista española S Moda que su servicio “es de fiar” y que si eres una mujer japonesa un pedido de Ikemen ayudará a que llores, aunque no se especifica si existe un protocolo para lograrlo o si la usuaria debe asegurar el desenlace mediante alguna prueba previa.
Cuando la pena invada tus ojos y el llanto sea parte de tu mirada, tu Ikemen procederá como todo un galán del cine y colocará una mano en la pared detrás de ti, te tocará la mejilla con una delicadeza y suavidad para posteriormente secar tus lágrimas. Un servicio claramente reconfortante y muchas veces necesario.
Un nuevo servicio que al parecer está dando que hablar en Japón, y que posiblemente se comience a promover tanto por Europa y América Latina, y quien sabe al género masculino, pues con el libro de fotografía titulado “Handsome men in tears” (Hombres guapos llorando), posiblemente estemos cerca del día en el que las antiguas salas de fumadores pasen a convertirse en salas de personas que tienen que llorar un rato antes de seguir con sus actividades cotidianas y así romper con la rutina diaria.