La historia y trascendencia de la Cultura Chinchorro tiene en Hollywood a uno de sus principales seguidores. Hugh Jackman, actor que protagonizó papeles en X-Man y Wolverine, señaló en una entrevista con Canal 13 que junto con su hijo eran fervientes admiradores de la cultura pre hispánica.
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Pero la trascendencia de esta cultura no se condice con la reputación que alcanzaron otras civilizaciones, a pesar de que sus momias datan de dos mil años antes que las momificaciones de los faraones egipcios. De hecho, las momias de la Cultura Chinchorro son conocidas como las más antiguas del mundo.
Origen de la Cultura Chinchorro
La cultura Chinchorro se desarrolló en las costas del Pacífico entre Ilo, al sur de Perú, y Antofagasta, en el norte chileno. Su periodo de existencia se ubica entre los años 7.020 y el 1.500 a.C.
Alrededor del año 7000 a.C., llegaron los primeros habitantes al litoral quienes se dedicaron principalmente a la caza y recolección.
De acuerdo al sitio del Museo Arqueológico San Miguel de Azapa de la Universidad de Tarapacá, con el pasar del tiempo los chinchorros fueron cambiando sus actividades extractivas por la pesca, aprovechando la extensa costa con la que contaban. De esta manera se convirtieron en expertos pescadores.
Los antecedentes de estas poblaciones se ubican en el año 7000 a.C, con los habitantes de las quebradas de Acha, a unos seis kilómetros de la costa. Debieron pasar 2 mil años para que aparecieran en la Quebrada de Camarones las primeras evidencias de momificación artificial.
Organización
El nombre de la cultura viene de la zona donde fueron descubiertos los primeros restos de la cultura, en la playa del mismo nombre ubicada en Arica.
Según el sitio del Museo Chileno de Arte Precolombino, los Chinchorros se organizaban en grupos de 30 a 50 integrantes aproximadamente, y se presume que cada integrante tenía cierta jerarquía dentro de estas bandas. Quienes estaban encargados de las momificaciones, probablemente tenían un lugar especial. El arte de esta cultura se limita exclusivamente a los pintados en las momias.
Sistema de momificación
Una de las principales características de la Cultura Chinchorro es la práctica de la momificación, relacionada con su complejo sistema funerario, iniciado alrededor del 7000 a.C. De esta manera se les preparaba para la “otra vida”. Los Chinchorros acostumbraban a momificar artificialmente a los muertos, extrayendo las vísceras y reemplazándolas por vegetales, plumas, trozos de cuero y otros elementos.
Se les colocaba una peluca confeccionada con cabello humano. A las momias no se les enterraba, si no que se les ubicaba de pie en medio de los campamentos, probablemente como marca territorial. Los Chinchorros utilizaban tres sistemas de momificación, que variaban en momias rojas, negras y vendadas.
Momias Negras
Estas son las más antiguas (datan desde el 5000 a.C hasta el 3000 a.C). Se les extraía los órganos, y se reforzaba el esqueleto con palos y objetos contundentes con el objetivo de darles una apariencia totalmente rígida.
Remodelaban el cuerpo con arcilla y con la propia pìel del difunto. Cuando hacía falta para el revestimiento, utilizaban piel de lobo marino. Finalmente se les pintaba con una pasta negra, lo que les hizo valer su nombre.
Momias Rojas
Según datos de la página Momiaschinchorro.cl de Bernardo Arriaza, este sistema de momificación se ubica entre el 2500 y 2000 a.C. Consistía en incisiones en partes específicas del cuerpo del fallecido, como estómago, hombros, ingles y tobillos para sacar los músculos y luego reforzarlos con maderas. Además se les rellenaba con tierras, plumas y arcillas. El cerebro era removido, y se adornaba con una peluca.
El rostro era pintado de tal forma que pareciera que la persona siguiera viva. Las incisiones eran suturadas y se procedía a pintar todo el cuerpo con óxido férrico excepto la cabeza. La momia quedaba con su cuerpo rojo y el rostro negro.
Momias Vendadas
A pesar de ser un tipo de momias roja, se diferenciaba en que la piel se disponía en forma de vendaje. En algunos casos, se utilizaba embarrillados de fibra vegetal.
En el año 1700 a.C. dejaron definitivamente la práctica de la momificación artificial. Sin embargo se encontraron momias de carácter natural posteriores a esta fecha, producto a la aridez del desierto atacameño.
Restos en la actualidad
Según un estudio publicado por la Universidad de Harvard, los efectos del cambio climático estarían afectando la conservación de las momias de la Cultura Chinchorro debido a los altos niveles de humedad en la región. La degradación ha afectado a unas 120 momias conservadas en el Museo Arqueológico de Tarapacá.
“En los últimos diez años, el proceso se ha acelerado” señaló Marcela Sepulveda, profesora de arqueología en el departamento de antropología de la universidade de Tarapacá, en Arica, durante una visita a Cambridge.
“Es muy importante recabar más información acerca de lo que está causando esto, para que la universidad y el gobierno puedan hacer lo necesario para preservar las momias de Chinchorro para el futuro” agregó la profesional.
La Universidad de Tarapacá, junto a otras instituciones públicas y privadas, se encuentra desarrollando el documento “Expediente Chinchorro” para presentarlo al Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO. La idea es convertir a la Cultura Chinchorro en Patrimonio de la Humanidad. Existe una campaña, llamada #YoFirmoChinchorro, para promover la iniciativa.
La estrella de nuestro stand en ExpoCruz!! Nuestra Momia chinchorro #yofirmochinchorro pic.twitter.com/iQ0ZoBRN6R
— ProChile Arica (@ProChileArica) septiembre 21, 2015