Este lunes el ministro de fuero Mario Gómez, citó a declarar al arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati, luego de que el pasado viernes la defensa de las víctimas del caso Karadima solicitaron esta diligencia ante tribunales.
Recordemos que esta solicitud se enmarca en la demanda civil de la víctimas en contra del Arzobispado de Santiago, debido a su eventual responsabilidad en torno a los crímenes de abusos sexuales por los que fue condenado canónicamente el ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima.
Tres escritos fueron presentados en el proceso que se instruye por la demanda indemnizatoria de 450 millones de pesos que interpusieron James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Murillo.
Dos de los escritos son de la defensa de los demandantes, que pidió que se citara a declarar al actual arzobispo de Santiago, el cardenal Ricardo Ezzati. Asimismo se solicitó a la justicia que se fije una nueva fecha para interrogar a Karadima quien se excusó de asistir este lunes al tribunal por un supuesto mal estado de salud.
El abogado de las víctimas de Karadima, Juan Pablo Hermosilla, explicó en su momento que la citación a Ezzati fue por los nuevos antecedentes como los correos con su antecesor, el cardenal Francisco Javier Errázuriz.
En tanto, el abogado del arzobispado de Santiago, Nicolás Luco, solicitó al tribunal adjuntar una serie de archivos de prensa donde aparece James Hamilton calificando como “mentiroso y criminal” al cardenal Errázuriz.
Asimismo el jurista pidió que se oficie al Vaticano que se envíen más antecedentes del proceso canónico que terminó con la condena a Karadima por abusos sexuales y de poder contra feligreses.
Tras acoger la solicitud el ministro de fuero Mario Gómez, que instruye esta demanda civil, determinó que Ezzati deberá declarar el próximo jueves 22 de octubre a las 15:30 horas, en el palacio de los tribunales de justicia.
Cabe recordar que Ezzati fue duramente criticado cuando se dieron a conocer los correos electrónicos que intercambió con el cardenal Francisco Javier Errázuriz, en los cuales quedaba en evidencia las manipulaciones de la cúpula de la Iglesia Católica, principalmente para bloquear la influencia de las víctimas de Karadima, y para evitar ascensos de otros miembros que habían manifestado disidencia ante el secretismo que se mostraba frente a casos de abusos.
En su momento, el cardenal pidió perdón ante la polémica surgida, pero no desmintió los intentos de encubrimiento ni las manipulaciones que fueron denunciadas durante la filtración de emails.
“Me he sentido expuesto a una crítica descalificadora. Me valgo de la oportunidad para pedir perdón a quienes pueden haberse sentido ofendidos (por los correos)”, dijo el pasado 18 de septiembre.