Como crítica calificó la situación del Hospital San Pablo de Coquimbo el presidente regional del Colegio Médico, doctor Jaime Bastidas, señalando que al menos la mitad de la estructura se encuentra en inminente riesgo de derrumbe, luego del terremoto de magnitud 8.4 que afectó la zona este miércoles.
En conversación con BioBioChile, Bastidas desmintió que la red hospitalaria local se encuentre sin problemas como había afirmado el Ministerio de Salud, indicando que sólo a través de la prensa y redes sociales han logrado graficar la verdadera situación del recinto asistencial, así como el riesgo que reviste tanto para pacientes como para los funcionarios que allí se desempeñan.
“El Hospital de Coquimbo está conformado por 2 torres. La antigua tuvo un daño importante durante el terremoto de Punitaqui de 1997 debido a que fue mal construida, y pese a que se le hicieron reparaciones, todos los expertos coincidieron en que sería incapaz de soportar un sismo superior a 7″, indicó el dirigente gremial.
“Tras 17 años de espera se construyó la torre nueva. La idea original era trasladar todo el hospital a la nueva estructura y demoler la antigua, pero para entonces el crecimiento de la ciudad había provocado tal déficit que lo hizo imposible. Basta pensar que si en la torre original habían 300 camas, en la nueva se pusieron las mismas 300 camas, cuando actualmente requerimos al menos 700″, señaló Bastidas.
Así, la torre antigua siguió siendo utilizada, quedando en ella desde la unidad de psiquiatría y UCI adultos, hasta dependencias administrativas. Durante los últimos 5 años se prometieron proyectos para normalizar esta situación, pero nunca fueron realizados. “Ni siquiera se realizaron los estudios”, afirmó.
La caótica evacuación durante el terremoto
Según el relato de Bastidas, los pronósticos se cumplieron y al llegar la tarde de este miércoles, los funcionarios del hospital tuvieron que realizar esfuerzos heroicos para desocupar la antigua torre que parecía despedazarse.
“Fue algo dantesco. El personal debía trasladar en sábanas a internos que se encontraban en estado crítico. En realidad me saco el sombrero frente a los funcionarios que estaban de turno, porque no sólo resistieron la tentación de salir para poner a resguardo sus vidas, sino que la arriesgaron para salvar a los pacientes que estaban a su cargo”, describió el galeno.
El presidente de la entidad gremial fue enfático en desmentir al Gobierno respecto de la supuesta “normalidad” de la red asistencial. Esto porque si bien la torre nueva entregada en 2010 resistió bien el movimiento telúrico y ha permitido enfrentar la contingencia, a partir de este lunes enfrentarán una severa crisis debido a la falta de las instalaciones que se mantenían en la torre antigua.
“Si ya teníamos déficit de pabellones, ahora nos quedamos con un 40% menos de ellos. No tenemos donde hacer policlínico. No tenemos donde hacer endoscopías ni atención urológica. Además, como Colegio Médico nos oponemos de forma tajante a que se vuelva a ocupar la torre antigua y hemos prohibido a nuestros funcionarios que ingresen a la estructura por el inminente riesgo de derrumbe que pesa sobre ella”, aseveró.
El doctor Bastidas también advirtió que esto no es un problema sólo para Coquimbo sino para toda la región, ya que las cirugías más complejas como neurología, traumatología y pediatría se realizaban en este centro asistencial, las que no pueden ser absorbidas por los hospitales de La Serena ni Ovalle.
“De hecho, la esterilización de instrumentos actualmente la estamos haciendo en el hospital de La Serena, y desde ella deben enviarnos nuevamente el instrumental”, sentenció.
“El Hospital de Coquimbo debe convertirse de una vez en un Hospital Regional”
El presidente del Colegio Médico indicó a BioBioChile que su molestia con la situación le había llevado a amenazar con irse a acampar a las afueras del Ministerio de Salud en Santiago hasta que se tomara en serio la grave condición del recinto, sin embargo este domingo el gobierno le confirmó que la Subsecretaria de Redes Asistenciales, la doctora Angélica Verdugo, viajará hasta la zona para comprobar en terreno sus denuncias.
“En el intertanto, requerimos dos cosas: que se arrienden casas aledañas para trasladar hasta allá las unidades que no tienen un lugar donde funcionar, y también que se traigan a la zona uno de los hospitales de campaña como los que donó Italia o Cuba para el terremoto de 2010, y que funcionaron por varios meses en el sur”.
Adicionalmente, Bastidas indicó que la única solución a largo plazo para este recinto asistencial, es que se reconstruya con una visión de futuro suficiente para convertirlo en un Hospital Regional, que permita dar respuesta al crecimiento que ha tenido la zona y que seguirá teniendo en los próximos años.
“Así como nosotros entendimos que muchos proyectos locales debieron suspenderse o cancelarse tras producirse el terremoto en la zona sur, este es el momento en que el resto del país sea solidario con nosotros y nos devuelva la mano pues ahora es aquí donde tenemos las urgencias”, concluyó.
La entrega de los funcionarios de la salud
El doctor Bastidas aprovechó la oportunidad para agradecer a todos sus colegas, funcionarios de la salud e internos de medicina que desde la emergencia se presentaron inmediatamente a ofrecer su colaboración para atender a los heridos.
“Todos se portaron muy bien desde el primer momento. Los médicos que estaban de turno ese día se quedaron hasta el límite de sus fuerzas. Otros, apenas comprobaron que sus familias estaban bien, llegaron al Hospital para ofrecer su ayuda. Incluso un médico argentino que se encontraba de paso en Copiapó llegó a apoyarnos”, destacó.
El médico hizo idéntico alcance sobre los internos de medicina de la Universidad Católica del Norte, quienes llegaron de inmediato tras la emergencia para ponerse a disposición del personal en turno.