El buque estadounidense USNS Lewis B. Puller, de la marina de Estados Unidos, pasó este fin de semana por el Estrecho de Magallanes en dirección al Océano Atlántico. La Armada de Chile brindó apoyo logístico en su paso por aguas nacionales.
E Buque de Carga General fondeó frente Punta Arenas por un período de 36 horas, tiempo en el que tuvieron que ser reparadas algunas de sus puertas y escotillas tras la travesía por el Golfo de Penas.
El objetivo de este buque es servir como estación de transferencia o muelle flotante en el mar, para aumentar la capacidad de la marina norteamericana en labores de apoyo logístico, cuando no se puede acercar a costa o simplemente cuando éstas no existen, como en situaciones de desastre.
Además, sus tareas se enmarcan en la realización de movimientos logísticos a gran escala, transportando embarcaciones anfibias y gran cantidad de material, vehículos, contenedores, módulos de mando, tropas y tripulaciones.
En el apoyo que brindó la Tercera Zona Naval de la Armada de Chile participó el equipo de pilotos oficiales integrado por los capitanes de Fragata Felipe Otey y Gustavo Meza, y el capitán de Corbeta y práctico oficial de la Gobernación Marítima de Punta Arenas, Oscar Sheward.
El capitán Felipe Otey explicó que se trata de un buque nuevo que pertenece al Comando de Transportes navales de la Armada de Estados Unidos, y está haciendo su viaje inaugural desde San Diego, donde fue construido, hasta Norfolk, Virginia, en la costa del Atlántico.
Debido a su tamaño, el buque -señaló Otey- no pudo pasar por el Canal de Panamá, por lo que debieron usar la ruta del Estrecho de Magallanes para poder pasar.